Monómeros, la principal productora de fertilizantes en Colombia, podría estar en proceso de venta a una empresa turca por una suma cercana a los 350 millones de dólares. Fundada en 1967 por los gobiernos de Colombia y Venezuela, la compañía fue adquirida en 2006 por Venezuela, que actualmente la controla a través de la estatal Petroquímica de Venezuela S.A. (Pequiven).
A pesar de su prominencia en el mercado, Monómeros enfrenta serias dificultades operativas. Fuentes cercanas a la empresa aseguran que todo lo que produce se destina a la importación de materia prima, ya que desde hace años no recibe suministros de Venezuela, lo que ha afectado su capacidad de producción. Además, en los últimos dos años, la empresa ha intentado obtener financiamiento o préstamos a través de la banca estatal colombiana, pero sin éxito.
El contexto de la posible venta se ve marcado por varias tensiones políticas. Existe la preocupación de que, si Nicolás Maduro pierde su legitimidad como presidente de Venezuela el próximo 10 de enero, la transacción podría complicarse aún más. Adicionalmente, el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y las sanciones impuestas por la OFAC podrían agravar la situación.
Factores que afectan la operación de Monómeros:
- Desabastecimiento de insumos: Monómeros depende de suministros de Venezuela para poder operar, pero desde hace años no recibe materias primas de ese país, lo que ha afectado directamente su capacidad de producción. Esto genera una dependencia aún mayor de las importaciones, lo que complica la viabilidad financiera de la empresa.
- Dificultades financieras: Aunque Monómeros sigue siendo relevante para la agricultura de Colombia y Venezuela, su situación financiera ha sido complicada. Intentos de obtener financiamiento a través de bancos estatales colombianos no han tenido éxito, lo que subraya la falta de solvencia en un mercado que aún demanda sus productos. Aunque la compañía reportó activos por 1.48 billones de pesos colombianos y una ganancia neta en 2023 de 1.085 millones de pesos, el panorama general es de incertidumbre económica.
- Tensiones políticas: La posible venta a una empresa turca se enmarca en un contexto de incertidumbre política. El futuro de la transacción podría verse afectado por varios factores, como la posible pérdida de legitimidad de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, y las relaciones internacionales complicadas, particularmente con Estados Unidos y las sanciones de la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros), que podrían dificultar cualquier operación financiera.
- Posturas políticas y económicas en Colombia: El presidente colombiano Gustavo Petro se ha mostrado contrario a la privatización de Monómeros, argumentando que esto podría afectar los precios de los insumos agrícolas y amenazar la soberanía alimentaria tanto de Colombia como de Venezuela. Petro ha destacado que la empresa garantiza la productividad agrícola y el sustento de miles de familias en ambos países.En contraste, algunos sectores privados y expertos como el exministro de Agricultura Andrés Valencia han señalado que la privatización podría no ser perjudicial, argumentando que el mercado de fertilizantes en la región está dominado por empresas privadas que podrían ofrecer precios más competitivos.
- Preocupaciones en Venezuela: En Venezuela, algunos sectores también han expresado su preocupación sobre la venta de Monómeros, señalando que podría ser un proceso poco transparente y que los activos estatales podrían ser vendidos en favor de intereses privados. Esto se da en un contexto de crisis económica en Venezuela, donde los recursos del Estado son escasos y la privatización de activos estratégicos podría generar resistencia.
Monómeros, a pesar de su difícil situación financiera, sigue siendo una empresa importante para la agricultura en Colombia y Venezuela. Según el último informe publicado por la Superintendencia de Sociedades de Colombia, la compañía tenía activos por 1.48 billones de pesos colombianos a finales de 2023, con una ganancia neta de 1.085 millones de pesos. Sin embargo, se reconocen oportunidades de mejora en algunos indicadores financieros.
El presidente colombiano Gustavo Petro ha expresado su oposición a la privatización de Monómeros, argumentando que esto podría encarecer los insumos agrícolas y poner en riesgo la soberanía alimentaria de ambos países. En una carta dirigida a Maduro, Petro destacó que la empresa garantiza la productividad de las tierras y los ingresos de miles de familias en Colombia y Venezuela.
Por su parte, el exministro de Agricultura de Colombia, Andrés Valencia, defendió que la privatización no tendría un impacto negativo significativo en los productores, ya que el mercado de fertilizantes está dominado por empresas privadas que ofrecen precios más competitivos. En contraste, algunos sectores en Venezuela han expresado preocupaciones sobre la falta de transparencia en la gestión de Monómeros y la posible venta de activos estatales a favor de intereses privados.
La incertidumbre política y económica en ambos países sigue generando debates sobre el futuro de Monómeros y su impacto en el mercado de fertilizantes en la región.