Un nuevo episodio de violencia sacudió a la ciudad de Barranquilla la noche del jueves 7 de noviembre, cuando dos individuos fueron atacados a balazos en el barrio Las Malvinas. El hecho, que ocurrió alrededor de las 10:30 p.m. en la Calle 96 con carrera 7B, dejó un saldo trágico: Anderson David Fernández Zambrano, de 28 años, perdió la vida en el lugar, mientras que su acompañante Mario Enriques Fernández Ruiz resultó gravemente herido y fue trasladado de urgencia a la Clínica San Ignacio.
Según testigos presenciales, los agresores, que se desplazaban en una motocicleta, se acercaron a las víctimas, dispararon en varias ocasiones y luego huyeron rápidamente del sitio. La violencia del ataque y la rapidez con que se produjo la huida de los agresores ha dejado a la comunidad de Las Malvinas consternada y preocupada por la creciente inseguridad en la zona.
Las autoridades locales ya están trabajando en la investigación del caso, y aunque aún se desconocen los motivos exactos detrás del crimen, los primeros indicios apuntan a que el asesinato podría estar vinculado a disputas personales o conflictos derivados de actividades ilegales en el sector. La Policía Metropolitana de Barranquilla ha asegurado que está tomando las medidas necesarias para dar con los responsables de este asesinato y esclarecer el móvil de la agresión.
Este asesinato es un reflejo de la persistente ola de violencia que afecta a diferentes barrios de Barranquilla, particularmente aquellos considerados vulnerables. En las últimas semanas, los ataques a tiros y los enfrentamientos entre grupos armados han aumentado en varias zonas de la ciudad, generando un ambiente de incertidumbre y miedo entre los habitantes.
Aumento de la inseguridad en Barranquilla
La violencia en Barranquilla sigue siendo una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía. Según las cifras más recientes, en lo que va de 2024, se han reportado 389 homicidios, de los cuales el 86% han sido ejecutados a través de la modalidad de sicariato. Este tipo de crímenes, en su mayoría ligados a disputas entre grupos criminales por el control de territorios y rentas ilegales, sigue siendo la principal causa de muerte violenta en la ciudad.
Además, un 57% de las víctimas de homicidio tenían antecedentes judiciales, y algunos de ellos se encontraban bajo medidas de detención domiciliaria. Este panorama pone en evidencia la complejidad del fenómeno de la violencia en Barranquilla, donde las bandas criminales continúan luchando por nuevas fuentes de ingresos, especialmente en un contexto de disminución en el tráfico de cocaína.
Expertos señalan que, en lugar de centrarse en el narcotráfico, las organizaciones criminales han diversificado sus actividades hacia el cobro de extorsiones, el control de mercados ilegales y otros actos ilícitos, lo que ha incrementado la violencia en la ciudad.
La comunidad de Barranquilla sigue esperando respuestas y acciones más contundentes por parte de las autoridades para frenar esta ola de violencia que, día a día, cobra más vidas y genera un clima de inseguridad. La ciudad, que ha sido escenario de importantes avances en otras áreas, enfrenta un desafío urgente en materia de seguridad, un tema que sigue siendo una prioridad para los ciudadanos y las autoridades locales.