Un incidente de alto voltaje ocurrió en el vuelo 8446 de Avianca, que cubría la ruta Bogotá-Barranquilla, cuando un empresario en evidente estado de alicoramiento protagonizó un bochornoso episodio a bordo de la aeronave.
El hombre, identificado como Bernardo Peña con soberana «pea», agredió verbalmente al Gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, e incluso lanzó amenazas de muerte contra el presidente Gustavo Petro, mientras, según testigos, hacía referencia al triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.
El episodio fue relatado por el abogado Alfonso Camerano, quien se encontraba en el mismo vuelo. Según su versión, Peña habría abordado el avión tras un vuelo internacional y, al parecer, ya estaba bajo los efectos del alcohol desde su paso por el Aeropuerto El Dorado. “El pasajero venía completamente borracho, y lo más grave es que, a pesar de su evidente estado de ebriedad, las azafatas continuaron sirviéndole bebidas alcohólicas durante el vuelo, sin que la tripulación hiciera ninguna observación”, denunció Camerano.
El abogado también indicó que Peña, al parecer, comenzó a dirigirse de manera agresiva hacia Verano, lo que escaló rápidamente en amenazas e insultos. “En un momento, el empresario comenzó a levantar la voz y a hacer comentarios intimidatorios, no solo hacia el Gobernador del Atlántico, sino también contra el presidente Petro, sugiriendo que algo terrible podría sucederle”, detalló Camerano.
Ante la gravedad de los hechos, el abogado aseguró que presentó una queja formal ante la Aeronáutica Civil (Aerocivil), en la que denuncia tanto el comportamiento inadecuado de Peña como la omisión de la tripulación de Avianca, que no intervino adecuadamente para frenar la situación. “Esta conducta por parte de la aerolínea es inaceptable, tanto por acción como por omisión, ya que permitieron que el pasajero siguiera consumiendo alcohol sin control y no tomaron las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de los pasajeros”, manifestó Camerano.
El escándalo ha generado gran preocupación, ya que no solo pone en evidencia la falta de control en la venta de alcohol a bordo, sino también el riesgo de situaciones violentas en vuelos nacionales. La Aerocivil ya está al tanto del incidente y ha señalado que investigará lo sucedido, mientras que Avianca aún no se ha pronunciado públicamente sobre el caso.
Este tipo de incidentes reabre el debate sobre las normativas de seguridad en el transporte aéreo y el manejo adecuado de situaciones de conflicto a bordo, particularmente cuando involucran a pasajeros en estado de ebriedad.