La Oficina de Gestión del Riesgo de Barranquilla, liderada por Fernando Fiorillo Zapata, enfrenta crecientes críticas por su ineficiencia en la atención a las familias afectadas por emergencias climáticas.
En medio de un clima de desconfianza, la gestión de Yesid Turbay al frente de esta oficina también ha sido cuestionada, especialmente tras la reciente captura de presuntos miembros de la banda criminal Los Costeños.
La actuación de Turbay, quien siempre es visto al lado del General Herbert Benavidez, Comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla en la rueda de prensa tras la captura de 9 presuntos integrantes de Los Costeños, ha sido considerada como un intento de desviar la atención a su falta de resultados concretos en la lucha contra la delincuencia. A pesar de la inversión de recursos de la Tasa de Seguridad por parte del alcalde Char, la delincuencia sigue siendo un problema crítico, generando frustración en la comunidad.
Ineficiencia en la atención a emergencias
Fiorillo, a pesar de su larga trayectoria en la política local, ha sido objeto de críticas por su incapacidad para brindar soluciones efectivas a las familias afectadas por desastres naturales. A principios de año, comenzaron a circular rumores sobre diferencias irreconciliables entre él y figuras clave del entorno político, como Ana María Aljure y Emelith Barraza. Sin embargo, su permanencia en el cargo no ha conducido a una gestión más eficaz.
Uno de los casos más alarmantes es el de una familia del barrio Recreo, que sufrió graves daños en su hogar debido a un vendaval el 16 de septiembre. A pesar del apoyo de vecinos e influencers, la familia no ha recibido asistencia oficial, lo que resalta la inacción de la alcaldía y la Oficina de Gestión del Riesgo.
Inacción y descontento ciudadano
La única actividad destacada de la Oficina en el último tiempo fue su participación en el Simulacro Nacional de Respuesta a Emergencias, celebrado el 2 de octubre. Sin embargo, esto se percibe como insuficiente frente a las necesidades reales de la comunidad, que clama por respuestas efectivas ante desastres naturales.
La comunidad ha comenzado a movilizarse para apoyar a los afectados, evidenciando la importancia de la solidaridad en tiempos de crisis. No obstante, la falta de respuesta de la Oficina de Gestión del Riesgo pone de manifiesto la urgente necesidad de mejorar los mecanismos de atención ante emergencias en Barranquilla.
Como se diría en el ámbito deportivo, cuando un jugador está lesionado o tiene un rendimiento deficiente, debe ser sustituido por alguien que realmente pueda generar resultados.
La comunidad de Barranquilla exige cambios que justifiquen la permanencia de quienes no logran atender adecuadamente sus necesidades.