La situación actual del Aeropuerto Ernesto Cortissoz en Barranquilla ha generado un intenso debate sobre la necesidad de inversión y mantenimiento para garantizar un servicio de calidad.
En este contexto, Héctor Carbonell, director ejecutivo de la Cámara Colombiana de Infraestructura seccional Norte y veedor ciudadano de las obras en el aeropuerto, ha lanzado una propuesta crucial: impulsar iniciativas privadas que permitan poner a punto esta infraestructura vital.
Durante el XV Encuentro Regional de Infraestructura, Carbonell destacó que, aunque existe una iniciativa privada en curso gestionada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), es imperativo explorar y fomentar más oportunidades de inversión. Según Carbonell, “un privado, a través de una Alianza Público-Privada (APP) o una Iniciativa Privada (IP), podría operar y mantener el aeropuerto de manera eficiente, como ocurre en otras ciudades de Colombia”. Esta estrategia no solo podría optimizar los recursos disponibles, sino también mejorar la calidad del servicio para los usuarios.
El aeropuerto requiere urgentemente una inyección de capital para cumplir con los compromisos establecidos por la Aeronáutica Civil. Esta entidad ha prometido destinar $150 mil millones para el funcionamiento y mantenimiento del terminal, aunque el Ministerio de Transporte ha indicado que, en total, se necesitarían inversiones que superan los $700.000 millones para adecuar el aeropuerto a los estándares deseados.
Carbonell subrayó que, además de la inversión de la Aeronáutica Civil, es crucial que se active el interés del sector privado. “Viene un proceso interesante de administración por parte de la Aeronáutica Civil, que debe cumplir con compromisos adquiridos en términos de ampliación y comodidad para los usuarios”, apuntó, enfatizando la importancia de un enfoque colaborativo entre el sector público y privado.
La propuesta de Carbonell no solo se limita a la inversión; también implica una vigilancia activa sobre las obras que se ejecuten, asegurando que el dinero público se utilice de manera adecuada y efectiva. La veeduría a las obras en el aeropuerto se convierte así en una herramienta fundamental para garantizar que se cumplan los objetivos establecidos.
En resumen, la mejora del Aeropuerto Ernesto Cortissoz es un asunto que trasciende la mera infraestructura; se trata de un compromiso con la región y sus habitantes. La invitación a potenciar las iniciativas privadas es un paso hacia la modernización y mejora de un terminal que es esencial para la conectividad de Barranquilla y su entorno.
La acción conjunta de las autoridades y el sector privado podría transformar el aeropuerto en un referente a nivel nacional, beneficiando a todos los usuarios y potenciando el desarrollo regional.