En un evento que prometía ser el hito anticorrupción del año en Santa Marta, el alcalde Carlos Pinedo Cuello se “lució” con una actuación digna de Hollywood, dejando a todos boquiabiertos con su estilo tan particular, característico y su manejo “técnico” de la información.
El argumento de que el sitio escogido para el evento no fue el adecuado debido a la composición del auditorio es superficial y despectivo. Alegar que el salón blanco, sede principal del gobierno, no fue apropiado porque no se organizó adecuadamente a los asistentes es una crítica mezquina y poco constructiva. En lugar de enfocarse en la relevancia de la información presentada o en la efectividad de las medidas anticorrupción anunciadas, se desvía la atención hacia detalles logísticos y la percepción subjetiva de la audiencia. Este tipo de crítica solo sirve para desviar la atención de lo realmente importante: la transparencia, la rendición de cuentas y las acciones concretas contra la corrupción en Santa Marta.
Frente a lo anterior es preciso decir qu el salón blanco, escenario solemne y digno de la revelación de los entresijos de la corrupción, fue testigo de la reunión peculiar. Entre periodistas, un comité de aplausos algo reservado compuesto por personal de OPS, funcionarios de nivel medio, líderes y curiosos, se escuchó un ruido constante que, según algunos, no aportó mucho más que eso.
El alcalde, conocido por su dialéctica política y un estilo personal inconfundible, desgranó con maestría los detalles de los sobrecostos y desviaciones de recursos, demostrando un dominio superficial de la información presentada. Aunque se esperaba más interacción con los datos reveladores, Pinedo optó por mantener su enfoque en lo político, dejando que la presentación hablara por sí misma.
“Es entendible que alguien con más de una década en el control político desde el concejo aún no haya cambiado el chip“, comentó un observador con cierto tono sarcástico. “Tal vez unas clases de elocuencia no le vendrían mal, considerando su nuevo papel como alcalde.”
El público ahora aguarda el siguiente episodio de este drama: las acciones concretas que seguirán a estas denuncias. Fiscalía, Procuraduría y Contraloría tienen la tarea de establecer las consecuencias legales de los hallazgos presentados. La ciudadanía, ansiosa por conocer el papel que jugarán estos organismos y las repercusiones para los protagonistas de este espectáculo.
Con esta actuación magistral, Carlos Pinedo Cuello ha dejado claro que en Santa Marta, cuando se trata de revelar corrupción, puede haber mucho “tilín tilín”, pero pocos resultados tangibles.
