Con inversiones récord, inició el avance en la transición energética en Colombia, destacando proyectos en Bojayá.
La transición energética en Colombia se ha convertido en un tema prioritario a nivel mundial. Según el informe “Tendencias de la Inversión en la Transición Energética” de BloombergNEF, en 2023, la inversión global en tecnologías de transición energética alcanzó un récord histórico de US$1,77 billones.
Se trata de un aumento del 17% respecto a 2022. Esta cifra superó la inversión en combustibles fósiles por US$671.000 millones, reflejando un compromiso creciente con la sostenibilidad.
El sector del transporte electrificado lidera estas inversiones con US$634.000 millones, marcando un aumento del 36% respecto al año anterior. La energía renovable, incluyendo eólica, solar y biocombustibles, sigue en segundo lugar con US$623.000 millones.
Otros sectores que han visto un crecimiento significativo son el almacenamiento de energía, el calor electrificado, la captura y almacenamiento de carbono, el transporte marítimo limpio y el hidrógeno.
Liderazgo en transición energética en Colombia
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, los países nórdicos como Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia encabezan la transición energética global, gracias a su seguridad energética, alta participación de energía limpia, políticas de fijación de precios del carbono y entornos regulatorios sólidos.
Cabe destacar que se está siguiendo una ruta ambiciosa en la transición energética en Colombia, reflejada tanto en la agenda internacional del Gobierno como en programas nacionales. El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, destacó los pasos importantes que el país está dando.
Esta estrategia busca alcanzar metas de descarbonización, diversificación económica, reindustrialización y justicia social, a través de iniciativas como las Comunidades Energéticas y proyectos de fuentes no convencionales de energía renovable (FNCER).
Comunidades energéticas del país
En Bojayá, Chocó, se han implementado soluciones tecnológicas en 23 instituciones educativas con sistemas solares fotovoltaicos, representando una inversión cercana a los $5.000 millones. “Lo social es el centro de la TEJ y de las comunidades energéticas”, afirmó el ministro, subrayando la participación activa de las comunidades en la gestión y cuidado de estos proyectos.
Además, se creó la Escuela de la Transición Energética Justa para fortalecer las capacidades de las comunidades y otorgarles gobernanza sobre los proyectos. Este programa reconoce e incentiva los desarrollos autónomos de las poblaciones mediante financiación y acompañamiento estatal.
De esta manera, el Ministerio avanzó significativamente con más de 20 nuevos parques solares en 2024, destacando el Parque Portón del Sol en Caldas y El Paso en Cesar. Además, se presentó la primera ronda de permisos para energía eólica costa afuera en diciembre de 2023, convirtiendo a Colombia en el primer país de América Latina en desarrollar proyectos de este tipo.
Subasta de cargo por confiabilidad
La subasta de febrero de 2024 asignó 4,4GW de energía firme de nuevas plantas solares, proyectando que para 2027, la matriz eléctrica del país podría estar compuesta por 24% de energía térmica, 50% hidráulica y 26% solar y eólica.
“La transición energética no solo cambia nuestras fuentes de energía, sino que reconfigura nuestros territorios productivamente”, señaló Camacho. La apuesta del gobierno es utilizar la energía como un eje central del bienestar social y el desarrollo productivo del país.
Proyectos innovadores como las Comunidades Energéticas de Transporte están proporcionando energías limpias a proyectos productivos y dotando a las comunidades de vehículos eléctricos, desde motos para el transporte del café hasta lanchas para comunidades pesqueras. Se espera que el río San Juan en el Chocó se convierta en el primer río energético del país en 2025.
La transición energética exige desarrollar capacidades tecnológicas y aprovechar los recursos de manera distinta. “Estamos generando una capacidad instalada para el desarrollo tecnológico y una forma distinta de aprovechar nuestros recursos”, concluyó el ministro, subrayando el compromiso del gobierno y las comunidades con un futuro sostenible para Colombia.
