Con la llegada de la época invernal, llegada también la preocupación de los habitantes de la subregión Mojana, que no quieren volver a vivir las protuberantes inundaciones a causa del desbordamiento del río Cauca, exactamente por el sector de Cara de Gato, ubicado en el municipio de San Jacinto del Cauca, Bolívar.
LO anterior se deriba como consecuencia del bajo ritmo de trabajo del Consorcio RGC, según Oswaldo Díaz Pupo, veedor de esa obra y que cada día informa cómo van los trabajos, ha bajado un 30 %, del 100% que traía.
Sostuvo que los motivos, según le notificaron los del Consorcio, es que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) no le ha pagado, después del anticipo.
Además, el músculo financiero de la empresa, dicen, se les terminó.
“Los trabajos avanzan muy, pero muy lentos. Están en el realce del jarillón. Nos faltan las cabeceras de ese cierre. Eso nos tiene con mucho miedo. Los niveles del río están ya subiendo y lo que no queremos es que se pierda lo que se ha hecho, no nos inundemos y no suframos de nuevo a causa de una remitida del Cauca”, expresó el veedor, al tiempo que le solicitó a la UNGRD solucionar el problema del pago al Consorcio, para que estos sigan con el ritmo de trabajo con el que venían.
Al cierre de esta edición, la Procuraduría General de la Nación realizaba una visita en Cara de Gato
Los mojaneros también le piden al director de la UNGRD, Carlos Carrillo, que, así como les está ayudando con el cierre de Cara de Gato, también ayude a intervenir los puntos críticos de los chorros Nuevo Mundo y La Santillana, ubicados en Ayapel, Córdoba.
Desean que los trabajos terminen en mejores términos, para que así se reactive la economía.
Es de anotar que a comienzo de abril unos seis campesinos propietarios de predios por donde pasa el jarillón, paralizaron las obras que se ejecutan en el sector y que tienen como fin impedir que el río Cauca vuelva a romper por ese punto crítico e inunde a la Mojana.
