La mujer de 25 años quien habría puesto las manos de su hija sobre la estufa caliente, indicó que estaba enojada, al parecer, por no encontrar unas llaves y un celular que había dejado en la mesa de su casa.
Las autoridades la capturaron y pusieron a disposición del Bienestar Familiar a la niña que se recupera de las lesiones ocasionadas en su cuerpo.
El hecho ocurrió en Tuluá, Valle del Cauca.