En disputa con el Sibus más de 60 buses fuera de servicio

La situación del transporte público colectivo (TPC) en el área metropolitana de Barranquilla se ha vuelto tensa, al estar más de 60 buses parados en los parqueaderos de sus respectivas empresas debido a la negativa del Área Metropolitana de Barranquilla (AMB) de renovar sus tarjetas de operación.

Esta decisión se fundamenta en el hecho de que estas empresas no forman parte del Sistema Integrado de Transporte Masivo de Barranquilla, conocido como Sibus, lo que les impide circular y brindar el servicio.

Oscar Guerrero, gerente general de Sobusa, ha manifestado su preocupación por el aumento progresivo de buses que se van sumando a la lista de vehículos inmovilizados cada día en los parqueaderos de las empresas. Advirtió que si no se renuevan las tarjetas de operación, la cantidad de vehículos fuera de circulación podría llegar a ser alarmante, afectando considerablemente a los usuarios del transporte público en la zona. Guerrero estima que, de no resolverse la situación, podría haber hasta 500 o 600 buses inactivos en un futuro próximo.

Por otro lado, Francisco Pupo, presidente de Asotrascol, gremio que representa a seis empresas de buses, incluyendo Lolaya y Trasalianco, expresa su preocupación por la falta de renovación de tarjetas de operación, especialmente en el caso de los cinco buses nuevos que están en camino. Estos vehículos, equipados con aire acondicionado y funcionando con gas natural, enfrentan la incertidumbre de no recibir la autorización para operar. Pupo advierte que, de continuar esta situación, Trasalianco podría tener hasta 40 buses inactivos para fin de año, sumándose a los más de 30 vehículos fuera de circulación de Sobusa.

En total, son siete las empresas de transporte público que han optado por no formar parte del Sibus en el área metropolitana de Barranquilla, lo que ha generado una situación compleja que afecta tanto a los operadores como a los usuarios del transporte público en la región.

La falta de acuerdo entre las empresas y el AMB plantea un desafío significativo para garantizar un servicio de transporte eficiente y accesible para la comunidad.