En la fecha de su cumpleaños, recordamos a Don Roberto Esper Rebaje (QEPD), ejemplo de pujanza y exitoso empresario

Considerado el pionero de los supermercados en Barranquilla y la costa norte de Colombia, Roberto Esper Rebaje desde niño trabajó por construir el sitio de trabajo de muchos costeños en el mundo de las comunicaciones, y comercio en general. Exitoso empresario artístico que marcó la diferencia trayendo por primera vez a Barranquilla a grandes artistas como Daniel Santos, Celia Cruz, Billos Caracas Boys y muchos más.

En el deporte tendió su mano a la afición futbolera barranquillera con el equipo Libertad, esto, cuando el futbol de la ciudad se quedaba sin representación en el torneo profesional en 1956 respectivamente.

El legado de un emprendedor excepcional

El 5 de abril de 1926, en el corazón del emblemático barrio San Roque de Barranquilla, nacía Roberto Esper Rebaje, en una familia de origen libanés que desembarcó en el muelle de Puerto Colombia apenas tres años antes. Desde temprana edad, Roberto mostró una capacidad excepcional para emprender diversas actividades, marcando un legado notable a lo largo del siglo pasado y los primeros años de la presente centuria.

El espíritu emprendedor de Roberto lo llevó a incursionar en múltiples campos, destacándose por su versatilidad y dedicación en cada una de sus empresas. Desde negocios locales hasta iniciativas de gran envergadura, su visión y determinación lo convirtieron en un referente en la comunidad de Barranquilla y más allá.

A lo largo de su vida, Roberto no solo demostró habilidades empresariales, sino también un profundo compromiso con el bienestar de su comunidad y el desarrollo de su ciudad natal. Su legado perdura como un ejemplo de tenacidad, creatividad y generosidad, inspirando a las generaciones futuras a seguir sus pasos y contribuir al progreso de Barranquilla y el Atlántico.

La vida y obra de Roberto Esper Rebaje continúa siendo recordada y celebrada como un testimonio vivo del potencial humano y la capacidad de transformación que reside en cada individuo determinado a hacer una diferencia en el mundo que lo rodea.

Roberto, el visionario autodidacta: Un legado en la historia de Barranquilla

La historia de Roberto es un testimonio de perseverancia y determinación desde una edad temprana. Criado en Barranquilla y estudiando en el Colegio Salesiano de la calle 30, frente a la iglesia de San Roque, se vio obligado a trabajar desde joven para contribuir al sustento de su familia. Vendió café, guarapo y otros productos junto a su hermano, enfrentando desafíos y privaciones desde sus primeros años.

El encuentro con Carlos Gardel durante una visita a Barranquilla marcó un momento crucial en su vida. El zorzal criollo le auguró un futuro exitoso debido a su determinación, un comentario que resonaría en su camino hacia el éxito. Sin embargo, su trayectoria no estuvo exenta de dificultades, como lo evidenció el impacto del Bogotazo en su vida y negocios, acontecimiento desencadenado por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, que afectó a la ciudad y a sus pequeños negocios.

A pesar de los contratiempos, Roberto encontró oportunidades en el mundo empresarial. Fundó el exitoso supermercado Robertico, que se expandió rápidamente y se ganó una reputación por ofrecer productos a precios accesibles. Pero su espíritu emprendedor no se detuvo ahí. Incursionó en la industria del entretenimiento, siendo pionero en traer destacados artistas musicales a Barranquilla y fundando el equipo de fútbol La Libertad.

Sin embargo, su mayor legado quizás resida en el campo de los medios de comunicación. Fundó Radio Libertad de Barranquilla, una de las emisoras más influyentes de la región en su época, donde se formaron destacados periodistas. Su visión lo llevó a expandir su imperio mediático con la creación de periódicos como La Libertad en Barranquilla y La Verdad en Cartagena, además de adquirir El Espacio en Bogotá.

Roberto no solo fue un empresario exitoso, sino también un filántropo comprometido con las causas sociales. Su legado perdura en Barranquilla y más allá, recordándolo como un autodidacta visionario cuyo impacto se sintió en múltiples aspectos de la vida de la ciudad.

La partida de un hombre visionario y progresista ha dejado un vacío notable en la esfera política y social de Barranquilla. Si bien se le recuerda por su sencillez y su dedicación incansable al trabajo, su legado también está marcado por una serie de desafíos y controversias que han impactado profundamente en la ciudad y el departamento del Atlántico.

Durante su mandato, recibió en múltiples ocasiones a representantes del Frente Amplio Cívico por el Rescate de Barranquilla, así como a los Indignados afectados por el deficiente servicio de Electricaribe. Estos encuentros se centraron en temas urgentes para la comunidad, como los constantes aumentos de impuestos, tasas y valorizaciones, así como el controvertido Plan de Ordenamiento Territorial impuesto por decreto, percibido por muchos como una reforma tributaria territorial que carga a la ciudadanía y a las empresas con una pesada carga fiscal.

Sin embargo, uno de los problemas más acuciantes ha sido la situación con Electricaribe, cuyos fallos en el suministro de energía han afectado severamente a empresas locales como La Libertad, causando pérdidas millonarias. A pesar de esto, las compensaciones adecuadas por parte de la distribuidora de energía aún no se han materializado, mientras se anticipa su próxima entrega a nuevas empresas transnacionales por parte del gobierno nacional.

Este ciclo repetitivo de problemas con empresas privadas extranjeras o nacionales resalta el constante afán de lucro a través de tarifas cada vez más altas, similar al mito de Sísifo con su eterna lucha con la roca. Este escenario plantea desafíos significativos para el futuro de Barranquilla, especialmente en términos de su desarrollo económico y la calidad de vida de sus habitantes.

El legado de este líder político y las críticas hacia ciertas políticas y decisiones administrativas subrayan la complejidad del panorama político y social de Barranquilla, y la necesidad de abordar de manera urgente los problemas estructurales que afectan a la ciudad y su comunidad.

Esta casa periodística Diario La Libertad no pudo quedar en mejores manos que de su hija Luz Marina Esper Fayad, quien está con tesón y cariño al frente y continuando la tradición de ese hombre de bien.