La animadversión entre Gustavo Petro y Javier Milei, dos figuras políticas de ideologías opuestas, ha sido evidente en los últimos tiempos.
Petro, durante la campaña argentina, expresó que la victoria de Milei traería la barbarie a ese país, mostrando su apoyo a Sergio Massa, con quien comparte afinidad ideológica.
La victoria de Milei no fue recibida con diplomacia por parte del presidente colombiano, quien en lugar de felicitarlo, aseguró que era el advenimiento de la extrema derecha. Por su parte, el nuevo presidente de Argentina no ha perdido oportunidad de arremeter contra Petro en un lenguaje violento y provocador, llegando incluso a llamarlo “asesino terrorista” en una entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer para CNN.
Esta situación llevó a días de tensión diplomática, culminando con la expulsión de un grupo de diplomáticos de la Embajada de Argentina en Bogotá anunciada por la Cancillería colombiana. Parecía que se estaba gestando una escalada de represalias mutuas, pero este domingo tanto Petro como Milei anunciaron una etapa de reconciliación, poniendo freno a la confrontación.
Este giro inesperado en la relación entre ambos políticos ha generado sorpresa y expectativa sobre cómo se desarrollará esta nueva etapa de reconciliación entre dos figuras que representan corrientes políticas tan divergentes.
