Revelaciones de Salvatore Mancuso implicarían al presidente de Fedegan en negociaciones con paramilitares

El impactante giro dado con las recientes revelaciones de Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, han sacudido los cimientos políticos en Colombia.

En las últimas horas se conocieron nuevas revelaciones de Salvatore Mancuso le conto a un miembro de su equipo legal que tiene un documento que compromete al presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie en la gestión ante los paramilitares para buscar la elección de Mario Iguarán como Fiscal General de la Nación.

Acorde a lo revelado a su abogado por Mancuso, el documento consiste en notas escritas a mano por el propio presidente de Fedegan José Félix Lafaurie, sobre una hoja impresa, que planteaba las tareas que debían cumplir varios cabecillas paramilitares a fin de conseguir la elección de Mario Iguarán. Se trata de un documento que establece quienes eran los políticos cercanos a cada jefe paramilitar y cómo pueden esos políticos influir sobre unos magistrados en particular.

Las notas manuscritas por José Félix Lafaurie de acuerdo a lo manifestado por Salvatore Mancuso, serían instrucciones acerca del mejor camino que tendrían para llegarle a varios magistrados de la Corte Suprema de Justicia de aquella época.

Asegura Mancuso que el documento está fuera de Colombia hace varios años y asegura que sólo él puede recuperarlo cuando se encuentre en libertad, asimismo afirma que ese documento resiste cualquier análisis grafológico y que su presentación acabaría con la negación de Lafaurie en esos hechos.

Estas revelaciones llegan en un momento crucial, ya que se recuerda un episodio histórico en el que Álvaro Uribe, bajo la fachada de las cooperativas de vigilancia y seguridad conocidas como Convivir, permitió que los grupos paramilitares expandieran sus redes criminales y sus conexiones con sectores económicos, políticos y estatales. El Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá ha destacado este hecho como parte de una red criminal más amplia.

La propuesta de amnistía total de Uribe, en respuesta a las declaraciones pendientes de Mancuso, se percibe como desesperada, inviable e inaceptable. Uribe enfrentará la difícil tarea de desvirtuar las acusaciones del exparamilitar en un momento en que la presión sobre él y otros líderes políticos vinculados a estos escándalos aumenta significativamente.