La afición del fútbol profesional colombiano está sumida en la controversia ante una serie de decisiones arbitrales cuestionables que han marcado los últimos encuentros en la liga local. Con cinco altercados registrados recientemente, incluyendo uno protagonizado por el Deportes Tolima en Ibagué, la indignación de los seguidores está en aumento.
El enfrentamiento entre Pereira y Junior ha sido el último episodio en desatar la discordia, culminando en un empate 3-3 tras un fuera de juego mal interpretado que dejó a los aficionados clamando por una revisión justa de la jugada. Mientras tanto, en el encuentro entre Bucaramanga e Ibagué, un posible penalti marcado en la línea fue anulado por el VAR, aumentando la tensión en la cancha y entre la hinchada.
Sin embargo, el escándalo más significativo tuvo lugar durante el juego entre Envigado y América, donde dos árbitros del VAR, Heider Castro y Mauricio Mercado, se vieron envueltos en un incidente que ha sacudido los cimientos del arbitraje colombiano. El árbitro principal, Ferney Trujillo, también ha sido objeto de críticas por sus decisiones que perjudicaron al equipo visitante. Según fuentes cercanas, la Comisión Arbitral ha destituido a los árbitros del VAR involucrados, aunque aún no se ha emitido un comunicado oficial al respecto.
La falta de una cámara para determinar con claridad si el balón cruzó la portería ha sido otro punto de controversia, dejando dudas sobre la validez de algunos goles. Ante las crecientes críticas, Imer Machado, una figura importante en el arbitraje local, ha reconocido las dificultades y la necesidad de minimizar errores en la interpretación de las jugadas.
Con la afición y los equipos exigiendo mayor claridad y justicia en el arbitraje, la Comisión Arbitral se enfrenta a la tarea de restaurar la confianza en el sistema arbitral del fútbol colombiano. En medio de la incertidumbre, la esperanza radica en la búsqueda de soluciones que aseguren la integridad y la imparcialidad en los próximos partidos.
