Thomas Creech, un asesino convicto y asesino en masa, sería ejecutado mediante inyección letal a las 10 a. m. el miércoles 28 de febrero, sin ambargo, no fue posible.
Creech es recordado por su pasado violento que ha dado paso a tiempos más pacíficos en sus años dorados. Thomas Eugene Creech aceptó que asesinó a más de 40 personas.
Mientras en Texas, Estados Unidos, confirmaron que se cumplió la pena de muerte de Iván Cantú por medio de la inyección letal, en el estadio de Idaho no pudieron replicar lo mismo con el asesino serial Thomas Eugene Creech.
La ejecución de Creech iba a tener lugar el pasado miércoles 28 de febrero, pero la ejecución tuvo que ser aplazada, ya que no le encontraron la vena para aplicarle la inyección letal.
El equipo médico fue “incapaz de dar con una vía intravenosa válida”, indicaron las autoridades del estado.
Es por eso que Creech tuvo que regresar a su celda y el estado anunció que reflexionará sobre los pasos a seguir contra esta persona.
Thomas Eugene Creech, de 73 años, fue condenado a la pena capital por el asesinato de otro recluso, David Dale Jensen, en 1981. En ese momento ya acumulaba cuatro cadenas perpetuas por otros asesinatos, después lo hallaron responsable de otros seis crímenes y él mismo aceptó haber acabado con la vida de “más de 40 personas”.
Cabe destacar que en Idaho desde que se aplica la pena de muerte, en 1976, solo tres veces se ha aplicado.
