Conmoción y tristeza son las palabras que describen la situación en la “Bahía más linda de América” después del reciente mar de leva que azotó la costa de Santa Marta.
Imágenes recientes muestran un panorama desolador, con la bahía exhibiendo un aspecto desordenado y contaminado.
El fenómeno natural ha dejado al descubierto la cruda realidad del impacto humano en el medio ambiente. Una frase popular cobra relevancia en este contexto: “El mar siempre devuelve lo que no es suyo”. Y en Santa Marta, esta máxima se ha vuelto una dolorosa realidad, ya que el mar ha devuelto todo lo que los humanos han arrojado indiscriminadamente a sus aguas.
Estas imágenes sirven como un recordatorio contundente de la importancia de cuidar y preservar nuestros mares, ríos y cuerpos de agua. El llamado a un mayor sentido de pertenencia y responsabilidad ambiental resuena con fuerza en medio de esta tragedia ecológica.
Es fundamental que como sociedad tomemos medidas concretas para proteger nuestros recursos naturales y evitar futuras consecuencias devastadoras.
El mensaje es claro: debemos actuar ahora para preservar la belleza y la biodiversidad de nuestras costas antes de que sea demasiado tarde.
