Dario Laíno Scopetta, reconocido ganadero y palmicultor.
Este viernes 12 de enero, el señor Darío Laíno Scopetta, conocido como ‘Ojos Azules’ y señalado como el “eslabón perdido” en la cadena de mando de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), deberá comparecer a una audiencia clave en el juzgado primero penal del circuito de Barranquilla. La diligencia se llevará a cabo como el presunto determinador del doble asesinato del abogado y ex miembro del M-19, Neftalí Romero Gutiérrez, y su escolta Alberto Miguel Santamaría, ocurrido el 12 de mayo de 2001.
El Oscuro Capítulo de las AUC en el Atlántico:
El crimen de Neftalí Romero Gutiérrez y su escolta Alberto Miguel Santamaría fue un episodio doloroso que estremeció a la región. Romero, reconocido líder de izquierda y firmante del acuerdo de paz con el gobierno en 1994, fue asesinado en un ataque acribillado en el barrio Alfonso López de Barranquilla. Este asesinato se inscribe en el contexto de la presión y control territorial ejercido por las AUC en el Atlántico a principios del nuevo milenio.
La captura de Darío Laíno Scopetta, quien se desempeñaba como jefe de finanzas de las AUC y manejaba los hilos del grupo armado ilegal en las sombras, ha desenterrado casos que estaban “encajonados”. Además del asesinato de Romero y Santamaría, Scopetta está vinculado a otros crímenes, incluido el del profesor Gustavo De Silvestri.
Antecedentes y Agonía de la Muerte:
Neftalí Romero Gutiérrez había dejado peticiones específicas a sus seres queridos en una carta antes de su muerte. El crimen ocurrió en circunstancias impactantes cuando Romero y Santamaría fueron atacados por dos individuos en una motocicleta. Este acto brutal dejó a la comunidad consternada y marcó un oscuro capítulo en la historia de las AUC en la región.
Hacia la Justicia:
La audiencia de imputación de cargos es un paso significativo hacia la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias. Se espera que este proceso arroje luz sobre los motivos y circunstancias que rodean este crimen y otros vinculados a las AUC en el Atlántico.
La sociedad observa con atención este proceso judicial, buscando respuestas y esperando que el caso contribuya a esclarecer los oscuros episodios de violencia que marcaron una época en la región.
Se espera el boletín informativo de la Fiscalía en torno a este caso que tras dos décadas, continúa impune.
