¿Cuál es el origen dela pobreza?

Por Ulises Redondo Cienfuegos

¿Por qué hay ricos y pobres? ¿Por habilidades de unos y torpeza de otros? ¿Por inteligencia? ¿Por discapacidad física de unos frente a la salud íntegra de otros? ¿Por circunstancias de productividad como tierras áridas y fértiles? ¿Por relaciones de producción? ¿Por cultura? ¿Por codicia? ¿Por temeridad o valentía? ¿Por astucia? ¿Por sumisión? ¿Por actitudes y aptitudes frente a la vida? ¿Por genética?

La primera revolución productiva que hizo el hombre fue la agricultura y luego la domesticación de animales. Ocurridas en el Neolítico, hace unos 10.000 años, dejando atrás la recolección y la cacería para pasar a ser agricultor y ganadero. Se dio entonces un paso gigantesco hacia el objetivo de producir los alimentos y los otros bienes que aseguraran la subsistencia. La productividad del trabajo de las nuevas sociedades agrarias creció espectacularmente, se crearon las primeras concentraciones urbanas y la población mundial aumentó significativamente.

¿Eran los pueblos nómadas los pobres, mientras las comunidades de hombres sedentarios dedicados a la agricultura y ganadería se erigían en “ricos”? Pero luego los pueblos barbaros (nómadas) invadieron a los civilizados (sedentarios) ¿En una sociedad guerrera eran pobres principalmente quienes no disponían de armas? El imperio Romano sometió a pueblos enteros en tres continentes: Europa, principalmente la cuenca del Mediterráneo; el Norte de África, y Asia Menor. Al imperio Romano lo sucedieron los imperios comerciales encabezados por Gran Bretaña, Holanda, Portugal, Francia y España, a estos el imperialismo industrial de Gran Bretaña, hasta llegar al imperialismo financiero liderado por EE.UU.

En el mundo medieval, pobres eran quienes carecían de la condición de señores, los campesinos. Con el nacimiento de ciudades y la instalación en ellas de los comerciantes y mercaderes, aparece el pobre de ciudad o mendigo, andrajoso, enfermo. En los países industriales “pobre” y “obrero” eran prácticamente sinónimos, tanto en el pensamiento marxiano como en la encíclica Rerum novarum. La explotación salarial se extendió también a mujeres y niños. Si querían completar los ingresos necesarios, las familias trabajadoras no tenían más remedio que recurrir a la mendicidad, el robo o la prostitución de sus mujeres. Por eso Marx enfatizó en El capital su famosa “ley de pauperización creciente del proletariado”: la explotación del trabajo –y el trabajador– por el capital –y el capitalista–.

¿Cómo explicar el momento prístino en que unos colonizaban tierras baldías y expropiaban la tenencia de tierras a sus ocupantes primarios, mientras estos ofrecían poca resistencia o les importaba poco? ¿Fue por ignorancia o por temor a un Dios castigador creado por las cofradías religiosas, que es lo mismo? Fue creciendo la propiedad privada sobre tierras y bienes materiales dejando una brecha cada vez más infranqueable entre sociedades propietaristas y dentro de ellas, híper ricos y pobres.

Los esclavos negros eran pobres. Los negros fueron cazados como animales en su África natal sin que hubiesen hecho algo para organizarse y repeler esa cacería. Era mejor elección morir peleando en sus tierras que servir de esclavos en tierras ajenas en donde no sabían el destino cruel que los esperaba. La mayoría de los negros son sumisos esa podría ser la razón del por qué se convirtieron en esclavos. Los nativos de América no eran tan sumisos, pero eran profundamente pesimistas y en medio de supersticiones esperaban la llegada de un mesías de color blanco. Los colonizadores al aparearse con esclavas negras mezclaron su sangre con la sangre de los negros y devino la mutación del hombre mestizo, individualista como el colono blanco español y sumiso como el esclavo negro.

El hombre blanco colonizó pueblos y continentes, saqueó sus riquezas obteniendo la superioridad económica necesaria para impulsar el capitalismo y dominar, a través de élites cada vez mas cerradas, a las masas de esclavos y mestizos. En Latinoamérica devino el régimen colonial del que aun persisten rescoldos en la actualidad, perversamente, dejando una estela de pobres por doquier. África sigue siendo subyugada y solo Suráfrica, la del apartheid hasta finales del siglo pasado, en donde sigue gobernando una élite de hombres blancos, es un país desarrollado. Lo mismo ocurre con Suramérica, Centroamérica y las Antillas.

Es cierto, el pobre es una víctima pero no es menos cierto que ha sido re victimizado. Las teorías de Carlos Marx sobre el rol determinante de la clase trabajadora en el cambio de las relaciones de producción y la dictadura del proletariado han fracasado y las cartas encíclicas papales como la Populorum Progresio también. Cada vez los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Al re victimizarlos como “pobre los pobres” se les ha hecho un enorme daño psicosocial. Como si los pobres no pudieran superar su condición. Una fatalidad se ciñe sobre ellos a manera de falta de autoestima. No se les enseña que no hay pobreza, hay pobres y, que la pobreza es una condición mental. Y ¿alguien podría liberarse cuando esta encadenado a sus propios miedos? Si los pobres no se unen y conforman colectivos para al menos reclamar sus derechos, y tomar decisiones que los lleven a ejercer una resistencia activa no los salvará nadie.
Los Estados a través de sus políticas de bienestar social (subsidios) apenas pueden ofrecer un paliativo, pero si los pobres no se esfuerzan por estudiar y capacitarse en un mundo donde las tecnologías imponen su reinado a un ritmo cada vez más vertiginoso, engrosaran la masa de los “desechables” en poco tiempo. En Colombia aún estamos lejos de que eso ocurra por las relaciones de producción pre capitalista y semi feudal, pero irá en detrimento de la nación que se ira empobreciendo al no ser competitiva en el concierto internacional. Los pobres serán tratados como animales a los que se puede matar impunemente. En Colombia los antecedentes de los llamados falsos positivos, matanza de pobres, indican que la crueldad ronda la esquina. Importante es la política de Gratuidad Universitaria en los Territorios del Gobierno-Petro, pero si los jóvenes no se motivan, no reclaman sus derechos, será como arar en el desierto.

SUBCULTURA DE LA POBREZA

Para el antropólogo norteamericano Oscar Lewis quien introdujo el concepto de cultura de la pobreza, “Los rasgos económicos más característicos de la cultura de la pobreza son la lucha constante por la supervivencia, el subempleo, el paro forzoso, bajos salarios, una variedad de empleos no cualificados, trabajos de niños, ausencia de ahorro (…), falta de reservas de alimentos en los hogares (…), empeñar objetos personales, recurrir a prestamistas que practican la usura (…), vestidos adquiridos a bajo precio.

También existen unos rasgos sociales y psicológicos, tales como vivir en barriadas de gran densidad de población, falta de intimidad, el espíritu de gregarismo, el alcoholismo, el recurso a la violencia como medio para solucionar las disputas, los castigos corporales infringidos a los niños, pegar a las mujeres, iniciación precoz en la sexualidad (…), frecuente abandono de la mujer y los hijos (…), acentuada predisposición hacia el autoritarismo (…), creencia en la superioridad masculina (…), preferencia por el presente; y por último, una tolerancia general por todos los casos de psicopatología».

En consecuencia, esta subcultura tiene su base en lo que podemos llamar el círculo vicioso del empobrecimiento, jalonado por el involuntarismo y el perpetuamiento a los que ya me he referido. Es decir, la pobreza engendra pobreza, incluso en las condiciones óptimas; se transmite y se perpetúa a sí misma.

Concluyendo, si el empobrecimiento, la pobreza y la marginación conforman la dimensión estructural de un estilo de vida definitivo, propio y común, a un sector de la población, se puede hablar, con propiedad, que sus miembros se engloban dentro de una cultura o subcultura de la pobreza.

BARRANQUILLA, CARTAGENA, ETC. Y LA SUBCULTURA DE LA POBREZA

Viven en los estratos socioeconómicos 0, 1 y 2. Algunos en el estrato 3. La primera caracterización del grupo poblacional al que denominamos pobres es su tendencia a la irresponsabilidad. Son irresponsables en casi todo: no controlan la natalidad. Generalmente, el padre abandona a sus hijos o los obliga a trabajar en el oficio que el sabe: albañilería, oficios varios, latonería y pintura, carpintería, ventas ambulantes y estacionarias, etc. Se conectan fraudulentamente a las redes eléctricas y a las redes externas de agua potable para no pagar el servicio. Venden el voto. No tienen responsabilidad frente a lucha social. Viven el día a día rebuscándose, no tienen voluntad, ni actitudes ni aptitudes para el progreso o la auto superación.

Segunda caracterización: son fanáticos de la religión y el fútbol, son supersticiosos, creen en la brujería, en la suerte y el destino.

Tercera caracterización: necesitan que alguien los controle, un mesías (Dios) el amo, el patrón, el jefe por eso le entregan a ellos el destino de sus vidas..

Cuarta caracterización: son sumisos y obedientes. La mayoría desconoce sus derechos.

LA DESIGUALDAD BIOLÓGICA Y LA GENOECONOMÍA

Yuval Noah Harari, autor del libro Sapiens, de animales a dioses, escribió en el Huffington Post americano: “La igualdad es uno de los valores más sagrados de la sociedad moderna. Sin embargo, la sociedad moderna está lista para convertirse en la más desigual de la historia” (…) “El ser humano pronto podría dividirse en castas biológicas, con individuos de clase alta transformados en dioses”.

Harari, en su disertación, llega a otra lúcida y desasosegante pregunta: “¿Qué preferiría hacer la élite india, china o brasileña en el próximo siglo? ¿Invertir en solucionar los problemas de cientos de millones de pobres o en mejorar unos pocos millones de ricos?”. En el siglo XX, las élites tenían interés en solucionar los problemas de los pobres, porque eran militar y económicamente vitales. Eran la mano de obra que hacía avanzar a un país desde la base. Pero durante este siglo, con los avances tecnológicos, la fuerza bruta ha entrado en una fase de desuso progresivo, la masa de población mayoritaria comienza a ser un lastre inútil, y bastaría con que las clases altas invirtieran en sí mismas. “(…) un puñado de super humanos mejorados, mucho más que millones de trabajadores normales”, concluye Harari.

GEN RICO, GEN POBRE

Entre tanto, en un artículo conjunto, los economistas Daniel Barth, (del Centro de Investigación Económica y Social de la Universidad del Sur de California), Nicholas Papageorge (de la Universidad Johns Hopkins), y Kevin Thom (de la Universidad de Nueva York. Los tres son expertos en un campo emergente conocido como genoeconomía, que combina el estudio de la genética y la economía, y presagia que el ADN de cada uno puede predecir –en parte– su capacidad para tomar decisiones financieras inteligentes y, por tanto, acumular riqueza a lo largo de su vida. Algo que, inevitablemente, le llevaría a las clases altas de la sociedad.

¿LA GENÉTICA NOS HACE RICOS, O LA RIQUEZA NOS DA UNA MEJOR GENÉTICA?

La capacidad de ahorro también es un factor clave para alcanzar la zona alta de la pirámide social. Los investigadores suecos Henrik Cronqvist y Stephan Siegel recopilaron datos de gemelos para mostrar cómo la genética afecta a nuestra manera de ahorrar. Las parejas analizadas, con los mismos genes, tenían un comportamiento similar en la gestión de su dinero. La conclusión del estudio fue que «aproximadamente el 33% de las variaciones en los comportamientos de ahorro dependen de nuestra genética.

¿La genética nos hace ricos, o la riqueza nos da una mejor genética? Cualquiera de las dos respuestas nos lleva al mismo lugar: en el futuro, cada vez más, los buenos genes se acumularán en los estratos altos de la sociedad, y serán mucho más codiciados que la fuerza física, cada vez más irrelevante. “La era de las masas puede haber terminado y, con ella, la era de la medicina de masas”, advertía Harari en su artículo. “Los ejércitos ya no se basan en el reclutamiento de millones de soldados, sino en un pequeño número de expertos y tecnologías de vanguardia como los drones sin piloto. En el ámbito económico, los algoritmos están reemplazando a los humanos no solo en trabajos manuales simples, sino también en aquellos que exigen capacidades cognitivas más altas”.

Fuentes:
https://www.ugr.es/~pwlac/G11_10Francisco_Checa_Olmos.html
https://ethic.es/2019/11/desigualdad-genetica-ricos-mejores-pobres/