La carta que truncó el sueño de la Fórmula 1 en Barranquilla

La pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos 2027 por parte de Barranquilla despierta recuerdos amargos de otro sueño frustrado: el Gran Premio de Fórmula Uno en la ciudad.

Se revela ahora un episodio poco conocido a través del borrador de una carta fechada el 24 de noviembre de 2022, preparada por el ministro de Comercio, Germán Umaña, dirigida a Stefano Domenicali, presidente y consejero delegado de la Fórmula 1.

El documento nunca fue firmado, pero su contenido arroja luz sobre los esfuerzos realizados para que Colombia se convirtiera en sede de un Gran Premio en los próximos años. Carlos Salazar, presidente de la Fundación Revel del Real Madrid, reveló la existencia de esta carta, que estaba siendo redactada por el ministro Umaña.

Según Salazar, el borrador resultó de una reunión entre el ministro, Carmen Caballero (presidenta de Procolombia) y el promotor español Luis García Abad. La carta expresaba agradecimiento a Domenicali por las gestiones de la Fórmula 1 para llevar a cabo un Gran Premio en Colombia.

En el texto, Umaña destacaba la visión del país en la organización de eventos transparentes y éticos, resaltando la importancia de mantener altos estándares de transparencia y cumplimiento del ordenamiento jurídico. También enfatizaba la oportunidad de mostrar al mundo las maravillas de Colombia, su potencial turístico y la riqueza de su biodiversidad.

El ministro proyectaba el Gran Premio como una herramienta para atraer inversionistas, generar empleo y contribuir al cambio climático, buscando un equilibrio entre el evento y la responsabilidad ecológica.

Este episodio, aunque nunca llegó a materializarse, revive las declaraciones del piloto colombiano Juan Pablo Montoya, quien meses atrás mencionó la posibilidad de un Gran Premio en Barranquilla. Montoya afirmó que el acuerdo estaba casi cerrado, pero hubo obstáculos que impidieron la firma, a pesar de tener trazado y condiciones listas.

La revelación de esta carta no enviada resalta las oportunidades perdidas y los desafíos enfrentados en la ambición de Barranquilla de convertirse en sede de eventos internacionales de alto calibre. La ciudad espera que estos obstáculos no disuadan futuros esfuerzos por atraer eventos deportivos y culturales de renombre.