Por David Awad V.
El constante aumento en el precio de la energía en la bolsa ha generado preocupación entre la población, ya que, tras alcanzar los $764 KW/H hasta ayer, hoy se reporta un nuevo incremento, ubicándose en $777 KW/H. A pesar de los llamados y discusiones sobre la tarifa de energía, así como las explicaciones proporcionadas por expertos en la materia, el incremento diario persiste, generando inquietud sobre su sostenibilidad.
Aunque diversos sectores han expresado su preocupación por la escalada de precios y han instado a discutir políticas tarifarias, el aumento parece imparable. La incertidumbre en torno a las razones detrás de este fenómeno y la falta de soluciones concretas han dejado a la población en una posición vulnerable ante el creciente costo de la energía.
Paradójicamente, en contraste con el malestar general, las ocho empresas generadoras de energía informan de ingresos y ganancias crecientes para el primer trimestre del 2023. Esta disparidad plantea interrogantes sobre la transparencia y equidad en la distribución de los beneficios del sector energético.
Cabe destacar que, entre las empresas destacadas, ISA ha contribuido significativamente a las utilidades de Ecopetrol a través de la transmisión eléctrica. Aunque este aporte beneficia a una empresa, la comunidad sigue buscando respuestas sobre cómo abordar el aumento constante de los costos de energía que impacta directamente en los hogares y las empresas.
La creciente brecha entre los beneficios empresariales y las preocupaciones de los consumidores refleja la urgencia de un diálogo más amplio y acciones concretas para abordar la crisis energética. Mientras tanto, la población espera soluciones que brinden estabilidad y justicia en el acceso a un recurso esencial como lo es la energía.
