Tras 13 días en manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Luis Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Fernando Díaz, fue liberado el pasado jueves 9 de noviembre. Detrás de esta tragedia, se esconden detalles impactantes sobre su experiencia durante el secuestro.

Los Primeros Momentos Confusos

Según relató ‘Mane’ Díaz en diálogo con El Tiempo, el día de su secuestro, él y su esposa fueron interceptados por dos hombres en moto cuando se dirigían a tanquear su carro en una gasolinera cercana a Barrancas. Aunque su esposa fue liberada, él fue llevado por una trocha hacia el desierto cerca de los límites con Venezuela.

Los 13 Días en la Selva

Durante su cautiverio, los secuestradores del Frente de Guerra Norte del ELN hicieron caminar a ‘Mane’ Díaz bajo la lluvia y por montañas que desconocía. Aunque el trato fue relativamente bueno, Díaz confesó sentirse incómodo y describió los primeros días como confusos, ya que no entendía por qué lo tenían.

Improvisaciones y Esperanzas

En un intento por sobrellevar la situación, ‘Mane’ Díaz improvisaba versos de vallenatos y preguntaba a sus captores cuándo lo liberarían. Aunque presentía que su secuestro sería prolongado, mantuvo la esperanza y la motivación, según sus propias palabras.

El Momento de la Liberación

Díaz se enteró de su inminente liberación gracias al jefe del grupo que lo tenía. A pesar de la alegría, una molestia en la pierna le dificultaba caminar. Cuando llegó el grupo de rescate, lo tomaron de la mano, y él, emocionado, comenzó a llorar.

El Papel de Monseñor Ceballos

Monseñor Ceballos, vocero de la Iglesia Católica y participante en la acción humanitaria, detalló que el contacto con los captores fue breve y sin muchas palabras. La prioridad era rescatar a ‘Mane’ Díaz rápidamente.

‘Mane’ Díaz: Compromiso con Colombia

En una rueda de prensa, tras recuperar la libertad, ‘Mane’ Díaz agradeció el respaldo de la Fuerza Pública y reiteró su compromiso con Colombia. Descartó la idea de irse del país y expresó su confianza en la seguridad que le brindará Barrancas para seguir trabajando en su escuela y fundación.

Este dramático episodio resalta la fortaleza y determinación de ‘Mane’ Díaz, quien, a pesar de la adversidad, se muestra decidido a contribuir al desarrollo y la paz en Colombia.