Por David Awad V.
Gilberto “El Chino” Ming Posada, todo un pionero de las discotecas en el barrio Las Palmas de Barranquilla, lo que lo llevó a convertirse en un verdadero personaje de los grandes eventos y promotor de las orquestas del Carnaval.
El desborde de alegría y esparcimiento se vivía en un completo ambiente familiar en la calle 36B con carrera 8 (esquina), El Tropical Rancho que alternando con la novedosa ruta del de la ‘Chiva de Juan’ ponía su toque original a un verdadero plan en familia.
Pero cómo no disfrutar de ese sano ambiente que embargaba el sentir costeño con bazares estudiantiles, fiestas empresariales, sociales, despedidas y todo lo relacionado en cuanto a celebración se refiere.
Conocí al “Chino” Ming, un hombre alegre, de ameno conversar, carismático que profesaba su amor a su familia, donde dejaba ver lo incondicional que fue con sus hijos, dejó marcado el recuerdo de un excelente padre, esposo, vecino y amigo. La última vez que nos vimos, fue precisamente 2016 en el barrio El Silencio (calle 73 con carrera 26C), cuando en un abrazo fraternal nos saludamos y recordando sus victoriosas hazañas en los emprendimientos tanto comerciales como personal junto a la comunidad, donde logró ganarse el aprecio y admiración, nos despedimos quedando pendiente un compartir como siempre se acostumbra con grandes amigos.
Quién no recuerda los Volkswagen que regaló a sus hijos, resaltados con mágicos colores, deportivos de llantas anchas, siempre complaciente y consentidor papá. (En las imágenes está Gilbert Ming Bassi, hijo mayor).
Asimismo recuerdo cuantos basares, rifas y eventos organizó junto a los vecinos en donde vivía para recuperar un área enmontada, abandonada por el distrito y JAC de Las Estrellas, donde un 7 de diciembre de 2008 como fruto de los esfuerzos colectivos, se pudo hacer la gran inauguración de la cancha de microfutbol, posteriormente siguiendo su cometido, otra cancha habilitó en el otro extremo del complejo pero acompañado de un hermoso kiosco a un costado del conjunto residencial Altos de la Colina, sin embargo, el olvido tras su partida, consumió lo allí sembrado, pero no los recuerdos como también enseñanzas de aquel hombre pujante y amigos que hoy por hoy falta nos hace.
“Canillero” de tiempo completo
Su pasión por el fútbol en todas sus modalidades les sacó provecho como todo buen “Canillero” en el buen sentido de la palabra.
Desde la bola e´trapo, pasando por micro y balón, El ‘Chino’ Ming se paseó por cuanta cancha conoció, eso sí, siempre junto a su familia y la dupla con sus dos hijos varones en Las Palmas, Olaya, Silencio, Cevillar, La Magdalena, Olaya y podríamos decir que en todos los barrios sus “zapatazos” se sintieron, pero definitivamente Las Colinas se consagró en una especie de “pechiche” para él, sacando adelante dos canchas de microfútbol y hoy por hoy, sus hijos siguiendo el legado, con ayuda de otros, entregan una cancha adicional, donde en la actualidad se organiza un campeonato llamado “Amigos de las Colinas“, bien coordinado y dirigido por ellos.
El Tropical Rancho se destacó además de su excelente musical, orquestas, ambiente familiar, sino también por la exquisita comida, picadas, donde sin peleas fácilmente se tomaba un buen trago, cerveza al son caribeño.
Fueron muchas las presentaciones hechas por grandes personajes, donde se destaca incluso a “El Show de Romerín“, que como siempre, presentado grandes eventos en Barranquilla, amenizaba con lujo en presentaciones de grandes orquestas como El Joe Arroyo y su orquesta La Verdad, el grupo Raíces, Bananas, Guayacán, Niche, Nando Pérez de Cartagena, Los Tímidos, Pacho Galán y muchísimas más de igual talla y dignas de mencionar, pero que en realidad, se necesitaría un libro para ello.
Entre cenizas quedó el Tropical Rancho en 1994
Así lo anunció a través de la entonces revolucionaria red social Facebook el ‘Chino’ Ming: “UN 4 de marzo de 1994…. SE INCENDIO ” EL TROPICAL RANCHO “… HOY SON SOLO RECUERDOS Q VAINA HASTA AGRADABLES…EN SU MOMENTO COMO LLORE!!!!!”, Chino Ming
Un 4 de marzo como consecuencia de una mala jugada eléctrica dentro de las instalaciones, alcanzó parte de su estructura, donde el techo entre maderas y paja, fue blanco fácil para acelerar la propagación de llamas que dejaron en cenizas el templo de diversión familiar, sin embargo, no fue barrera para continuar su andar y restablecer el lugar.
Han pasado 6 años tras la partida terrenal del ‘Chino’ Ming y sus huellas en esta tierra son imborrables.
Su esposa Rossend Bassi, luego de 6 años de su partida (12 de agosto de 2017) lo recuerda así: “Mi compañero de milicia, en las buenas y en las malas durante 31 años, queda un gran legado, 5 ‘Chinitos Ming’ y una ‘Chinita Ming’ y sus nietos”, memoró.
En este lunes festivo 6 de noviembre, Pasa La Voz rinde homenaje a este gran hombre, pese a que allí, donde funcionó El Tropical Rancho, hoy día funciona una sede de una supertiendas Olímpica, igual, sigue siendo un sitio de concurrencia familiar.
Hasta siempre ‘Chino’ Ming, tus hijos, mis amigos también los he visto crecer en unidad, como siempre les inculcaste y atentos a la señora Rossend para que no le falte nada.
