“Pailander”: Ojo si se equivoca al transferir dinero por Nequi ó Daviplata, no están obligadas a responder

Sin embargo, las llamadas billeteras digitales pueden ayudar a conocer quién recibió el dinero del error.

Realizar una transferencia por Nequi o DaviPlata, en la que se digitan uno o varios números errados, y por tanto la operación resulta equivocada con el riesgo de perder el dinero, es responsabilidad total del emisor, pues hasta el momento no existe una norma o regulación que obligue a estas dos aplicaciones hacerse responsables por un envío incorrecto.

Sin embargo, la billetera digital, -como técnicamente son conocidas estas aplicaciones- puede ayudar a contactar al destinatario para que haga la respectiva devolución del dinero.

Es decir, colaborarle al usuario ubicando al tercero que recibió el dinero.

Para ello el afectado debe dirigirse a las líneas de atención y enviar los soportes de la transacción que demuestren la falla.

Esto se da en el caso de la billetera digital Nequi, que también aclara que la devolución del dinero no está bajo su responsabilidad, y dependerá de la buena fe de quien recibió el dinero.

Por tanto, se sugiere verificar varias veces antes de enviar el dinero, y si ya se cometió el error, contactar a la entidad esperando que la persona que lo recibió actúe con honestidad y decida devolverlo.

Una de las recomendaciones para evitar estos impases es contar con un código QR personalizado desde la app, que pueden compartir y de esta manera se aseguran que la transacción sea acertada.

Pero así como se hacen observaciones para que las tenga en cuenta el originador de los recursos, también se le recomienda a ese tercero que recibió una consignación de alguien que se equivocó, que no haga uso del dinero.

Que trate de contactarse con ellos para tratar de devolverlo a la persona que hizo el envío equivocado.

Además se deben tener en cuenta muchas precauciones, ya que una supuesta equivocación de estas se puede convertir en una modalidad de robo.

Los delincuentes esperan que se haga uso del dinero para luego cobrarles intereses por un supuesto préstamo que nunca se solicitó.