$800 millones fueron robados de vehículo de la UNP: autoridades investigan

El vehículo en donde se transportaban los comerciantes con la alta suma de dinero estaba adscrito a la Unidad Nacional de Protección y asignado al esquema de seguridad de un líder indígena.

Un caso de fleteo se presentó sobre la vía que conecta los municipios de Guamo y Ortega, en el Tolima, Los delincuentes se llevaron 800 millones de pesos que, presuntamente, son producto de la venta de varios lotes de café de campesinos del corregimiento Playarica, zona rural del municipio de San Antonio, los cuales eran distribuidos en Ibagué. Autoridades investigan si en el millonario hurto estarían implicados uniformados de la Policía del Tolima o personas que portaban prendas privativas de esta institución. Además, esclarecer las razones de porqué se usó un vehículo de la Unidad de Protección para transportar a las personas dueñas del dinero.

De acuerdo con Leidy Yurany Aguiar, víctima del fleteo, la situación se presentó mientras se movilizaba ella en una camioneta de la Unidad Nacional de Protección al servicio de un líder indígena identificado como Gilberto Walteros, gobernador de la comunidad Pijao de Oro del municipio de San Antonio. Según comenta, ellos salieron a las cuatro de la mañana del apartamento que tienen en Ibagué, con rumbo al municipio de Rovira para llegar a Playarica, corregimiento del municipio de San Antonio (Tolima).

El dueño del esquema (el gobernador indígena Gilberto Walteros) nos la cambia, nos dice que nos vamos por Ortega, porque tenía que marcar GPS en ese municipio. Seguimos viajando. Después del peaje Gualanday, el gobernador indígena, quien es el protegido, cambia con el escolta, y le dice que él va a manejar y pues escolta se pasa para el puesto del copiloto”, relata Leidy Yurany.

Sin embargo, más adelante en la curva del municipio de Guamo, asegura la víctima, tres policías les solicitan detenerse al costado de la carretera. “Le piden al escolta los papeles de la camioneta, si lleva algún protegido, le dicen que sí, que él es el protegido. Luego le ponen problema por el arma que porta. Entonces, los uniformados dicen que necesitan hacernos una requisa. Le dice el escolta que la requisa en la vía no, que mejor en la Estación de Policía, pero los policías dicen que no. Entonces, se baja el gobernador indígena, luego el escolta y yo puse la plata en la parte de adelante, porque yo la tenía atrás. La tapé con una chaqueta y la puse debajo de mis pies, pero el policía me dice ‘bájese que van a hacer la requisa’”, cuenta.

Al bajar los tres de la camioneta de protección, cuenta Leidy Yurany a Radio Nacional, se detuvo un carro a sus espaldas del cual se bajaron cuatro hombres y los amedrentaron con armas de fuego. “A ellos los amarraron, a mí me amarraron y, de una vez con malas palabras, “¡La plata, la plata!”. Yo, obviamente, les decía que no tenía plata, pero ellos insistían “¡¿dónde está la plata?!”. Me encañonaron, me apuntaron con una pistola, me tiraron hacia el otro lado de la camioneta y, finalmente, me encontraron la plata y se me llevaron”, dijo.

Entre el dinero hurtado se encontraba el correspondiente a la venta de un vehículo que, según cuenta la víctima, ese día lo habían recolectado. “Mi esposo, mi hijastro, su esposa y yo siempre nos movilizamos en ese vehículo, porque el gobernador Gilberto nos ofreció el servicio y nosotros nos sentíamos muy seguros. Ya habíamos tenido un atentado en una buseta, en dónde nos habían robado 200 millones de pesos. Hemos sido víctimas totalmente de robos, y pues el desespero de que uno está vulnerable en las carreteras de Playarrica, Rovira, entonces optamos por aceptar viajar en la camioneta y nosotros le pagábamos por ese servicio. Hace cuatro meses, venimos trabajando con él y nunca había pasado nada hasta ese día del robo”, puntualizó.