Exfutbolista: Federico Carmelo Pantoja Blanco, 99 abriles cumpliría este 16 de Julio

Por Javier Pantoja – Docente e historiador del fútbol colombiano

Más conocido como “Fico” Pantoja entre sus grandes amigos, este maravilloso exfutbolista nacido un 16 de julio de 1924 en pleno centro de Barranquilla, en la “Quilla” clásica que era la “Arenosa”.

Mi padre, te recuerdo todos los días por las enseñanzas, valores que me inculcaste desde que yo era un niño. Tengo presente muchos momentos y anécdotas que compartimos.

Cuando te escuchaba esa hermosa y melodiosa voz de tenor interpretando los tangos de Gardel ‘Garufa’, la música de Pedro Vargas, Daniel Santos ‘El Anacobero’, Leo Marini, Alberto Beltrán, mister “Bavaloo”, Vicentico Valdés y “La guarachera de Cuba”, Celia Cruz ‘La inigualable’.

Tus conversaciones agradables daban gusto escucharlas de manera atenta, eran como una película que estuvieras cantando por lo real, lo llamativo y cautivante. Recuerdo cuando me hablabas de la época cuando no había fútbol profesional y jugaban en las canchas abiertas, que por cierto, eran muchas como la del Cementerio 11 de Noviembre, La Pradera, Almendra, base naval Barranquilla, la plaza de armas, el Hospitalito, la finca Boston y base Naval.

Se jugaba un fútbol de primera categoría, el mejor que se practicaba en Colombia, el rival era el fútbol samario, nací en el año en que se fundó la primera Liga de Fútbol en Colombia, 1924, Liga de Fútbol del Atlántico

Me decías que jugaste en el equipo más técnico que haya existido en Barranquilla y por supuesto en Colombia, el Nariño, y te pregunté por qué le decían La Araña y me respondiste porque la cancha era pequeña, muy pequeña y había que tejer jugadas en espacios reducidos, había mucho toque de primera a un solo toque, no cabían los “patadura”. En ese equipo estaba “Tolimita” Ruiz, Belfort Bolívar.

En el Sporting jugué cuando me vine para barranquilla, este equipo lo fundaron una familia amante del fútbol, recuerdo a la familia Muñoz, los hermanos don Fausto y Francisco, quienes vivían en la calle de la vascas (calle 30).

Tuve varios amigos, entre ellos a Digno Mattos, Ricardo Cardozo, Roberto “Pero” Gamez, Carlos Angulo, “Chupito” Barrios, LanCaster De León, “Chino” Marriaga, Antonio Julio De La Hoz, Efraín Geraldino, “Pibe” Ortega, Carlos Peregrino, Rubén Deibys,Aldo Ottagio, Ruby Carionis, roberto masciarelli, Mario Botta, el ecuatoriano “Chompi” Henríquez y paraguayos como Sixto Noceda, Félix Lizcaíno, Arturo Romero, Agustín Sasain, MArio Fernández, el técnico era “El Viejo” Benítez Cáceres, jugaba con nosotros.

Recuerdo en un partido que no veía medía, y el viejo me pidió un chance, se lo dí, entró e hizo el gol. Entrenaba con nosotros.

Me dijiste que en Santa Fe las estrellas eran los argentinos. Sí claro. Pontoni, Perucca, Antón, Fernández.

Fuiste amigo de Pedernera, a él le gustaba como argentino el tango, y tú le cantabas, “me llamaba, me invitaba con los demás argentinos para que les cantara”.

De fútbol me comentaba que hablaba con el maestro

Una vez le pregunté, ¿Maestro cómo se juega el fútbol? el maestro le contestó “siempre será con la cabeza y de dos jugadores buenos, siempre gana la pelota el que tenga más físico, no te saques más de dos contrarios pues el tercero te viene a “mochar” la pierna”.

“Fico, en las 18 yardas máximo sácate a dos y estás pateando a gol”

¿Maestro, el arquero tapa penaltis?, sí claro, el mal pateado; estas eran las conversaciones con mi bello padre, él tuvo la oportunidad con la mejor del fútbol en Colombia, la época de El Dorado.

Mi padre hermoso, siempre te recordaré, te llevo presente, eres un motivo y la razón por interesarme por el deporte de las multitudes, porque se practica con la parte de pronto más torpe de nuestro cuerpo, las piernas.

Padre, sé que estás al lado de los más grandes, Pelé, D’stefano y Garrincha.

Ahh, recuerdo que te pregunté ¿Cuál jugador era el mejor de los que viste? y no había terminado la pregunta cuando me respondiste “Garrincha”.

Chao Papi…

P.D. Con mi padre converse ampliamente de deporte y tengo escrito lo que titulé “100 preguntas que le formulé sobre el fútbol a mi padre”, suficiente material para varios libros de nuestra historia en el balompié.