Régimen de Nicaragua reconoce como «firme y definitiva y de obligatorio cumplimiento» la sentencia de la Corte de La Haya a favor de Colombia

En un breve comunicado, que fue leído a través de medios oficiales por la vicepresidenta, Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega, el régimen de Nicaragua reconoció este jueves como «firme, definitiva y de obligatorio cumplimiento» el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que sentenció que Managua no puede extender su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas que delimitan su frontera marítima con Colombia.

«El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional reafirma su firme compromiso con el Estado de derecho a nivel internacional y la solución pacífica de las controversias entre los Estados y reconoce esta sentencia como firme, definitiva y de obligatorio cumplimiento», precisa el comunicado.

Añade que «Nicaragua desea hacer notar que nuestro recurso contra Colombia ante el más alto Tribunal de Justicia, y la reiterada presencia de Nicaragua ante dicho Tribunal desde el año de 1984, es una muestra palpable de ese compromiso».

Igualmente precisa que «Nicaragua espera que Colombia reconozca el valor y eficacia de todas las sentencias de la Corte, en particular la sentencia dictada en 2012″.

En el fallo leído este jueves en la mañana, la Corte Internacional de Justicia de La Haya, concluyó que, de conformidad con el derecho internacional consuetudinario, el derecho de un Estado a una plataforma continental más allá de las 200 millas marinas a partir de las líneas de base a partir de las cuales la anchura de su mar territorial no puede extenderse a áreas marítimas dentro de 200 millas marinas de las líneas de base de otro Estado».

Además, el alto tribunal dejó en claro que su fallo es «inapelable».

Según declaraciones a los medios oficialistas de Managua, del representante de Nicaragua ante el tribunal, Carlos Argüello, «lo primero que tenemos que recordar es que la Corte dejó incólume las 200 millas de Nicaragua, que fue el fallo de 2012, quedó muy claro y reafirmado. Lo que nosotros estábamos discutiendo aquí era un punto que no era claro en derecho, que era que si podíamos extendernos dentro de las 200 millas de Colombia, la Corte determinó, o sea, que ese punto no se había definido nunca en derecho, la Corte determinó que no, que teníamos que quedarnos hasta las 200 millas, en este caso».