¿Dónde está el Estado?

Alfonso Camerano

Por: Alfonso Camerano Fuentes

Mataron a “los Vega” a tiro de fusil en el barrio de ricos llamado “Villa Campestre”, en Barranqui-Puerto.

Dice un audio que “los engancharon” desde una bodega vecina, subiéndose por un container hasta la paredilla medianera colindante, ubicada en un lote que alquilaron días anteriores, a tiro limpio de arma larga accionada por un solo hombre.

A la hora de la masacre no había un solo agente de la Policía Nacional, ya que “la vuelta” debió superar los $5.000’ millones de pesos, y de aquello todos comieron.

La ciudad apenas se enteró no fue sorprendida dada la “fama” que les habían creado sus propios actos de banda organizada a los caídos, los Vega Daza, a quienes le achacaban la balacera de Punta Roca, Sabanilla, hace unos meses, en la
mañanita temprano de aquel octubre 24 de 2022, en el exclusivo sitio Mediterranée, cuando en medio del cumpleaños, mataron al cumplimentado en su aniversario número 21, también con arma larga, de nombre Jonathan José Ospino Illera; el otro, herido, se accidentó más adelante, y también se despidió de este mundo.

La ojeriza la tenían unos contra otros; hasta que ayer tarde, en ese condominio, sacudieron a quienes habrían sido los autores de la balacera primera, ahora, en vía contraria, “Ospinos vs Vegas”, en un operativo de película, ponderadamente urdido.

Vienen varios cuestionamientos:

1.  Donde estaba la Fiscalía que cubrió el caso de octubre 24 de 2022? Será que los llamó a declarar?
2.  Por qué razón no estaban presos los hoy caídos? 
3.  Acaso una oportuna intervención del Estado no hubiera evitado la masacre? 
4.  Y en el primer caso, por qué las autoridades permitieron que el sitio Mediterranée estuviera abierto hasta las 6:00 am del día siguiente, si ese tipo de lugares tienen restricción para operar?
5.  Y dónde las autoridades de Policía que fueron laxas al dejarlos beber hasta doblarse, tarde, noche, y mañana del día siguiente?
6.  Y en Villa Campestre, ayer jueves 29 de junio, por qué permitieron este tipo de negocios de containers  de comidas que están prohibidos en ese exclusivo barrio residencial? 
7.  Y la Policía, que le fascina el barbeo, parando carros, no observó que al lado de la casa de “los Vega”, reconocidos pistoleros de vieja data, se estuviera fraguando la venganza por la muerte de los jóvenes Ospino?
8.  Y de los victimarios, ni un capturado, cuando ese sector es un bolsillo por donde se entra y sale o por la vía 40 o por el corredor universitario de la 51B? Y de ahí, un tramo de varios kilómetros, para alcanzar la Circunvalar? 
9.  Donde están las cámaras “de seguridad”?

La lista es larga. Las Bacrim actúan en el Área Metropolitana a sus “anchas panchas”, hasta que se desgastan, y entonces, el Estado previsivo desaparece y facilita “la limpieza” social, dándole “un parte de tranquilidad” a los ciudadanos de bien.

Pero la realidad es que tienen azotada la conurbación de la ciudad, a lo largo y ancho del Área Metropolitana de Barranquilla.

Estás bacrim dirigen las invasiones de tierras de alta valorización en un contubernio abierto con las autoridades encargadas de la función de vigilancia; involucra en esa estructura inspectores de policía, secretarías de gobierno, alcaldes laxos, y atrás, más atrás, políticos de alto rango, hasta senadores, presos o no, que dirigen y oxigenan a sus promotores con la venta directa de lotes y el levantamiento de urbanizaciones piratas a la vista pública.

Son los mismos que boletean tenderos, comerciantes, manejan celulares desde las cárceles, y se apropiaron del micro tráfico, el fleteo y el narco grande por los puertos o marinas en todo el corredor turístico del Caribe.

“Engancharon” a los Vega; vendrán nuevos actores porque el accionar de estas organizaciones tiene mercado, produce mucho dinero, y ante todo, tiene asiento institucional.

Y el Estado, como Hector Lavoe “Ni pa’llá voy a mirá”.