Físicos y expertos en salvamento submarino describen cómo fue la implosión del Titan: “Como estrujar una lata vacía con la mano”

El Capitán de Fragata Francisco López Angosto, jefe de órdenes del centro de buceo de la Armada y de la delegación española de salvamento de submarinos ante la OTAN, cree que la implosión que sufrió el Titan en el Atlántico Norte, con cinco personas en su interior, pudo deberse a “un fallo estructural” del batiscafo que provocó la muerte de quienes iban a bordo por “aplastamiento instantáneo” en menos de un segundo, en una implosión que ha comparado con “coger una lata de cerveza vacía y con la mano estrujarla”.

En declaraciones, López Angosto ofrece otro símil de lo que pudo ocurrir el domingo a miles de metros de profundidad y a 600 kilómetros de Terranova con el sumergible de OceanGate: “Sería como coger una plancha de varias toneladas y dejarla caer sobre alguien, lo chafa de inmediato”. Sin embargo, puntualiza que, “dentro de la desgracia, esta sería la mejor manera de morir. Al menos murieron en menos de un segundo”.

El capitán de la Armada considera “bastante peor” la posibilidad que se barajó estos días de un encallamiento del Titán en el fondo del océano, “porque hubieran fallecido en lenta agonía de frío y falta de oxígeno”.

El capitán, que lleva más de un año esperando la entrega de un nuevo submarino militar para la Armada, el Isaac Peral, precisamente debido a un conjunto de estrictas pruebas de seguridad a cargo de ingenieros, considera que en el batiscafo de OceanGate falló la seguridad. “Puede que no estuviera bien diseñado. Parece que algún elemento del casco pudo abrirse produciendo una filtración. Cuando entran 400 atmósferas de presión en contacto con una atmósfera en el interior, tiene que equilibrarse instantáneamente y la implosión no dura ni un segundo”.

Mar Gómez, doctora en físicas, también cree que la primera hipótesis es que el sumergible tuviera “alguna fisura en el casco” que hizo que implosionara. “La implosión es lo contrario de la explosión. En física es el hundimiento y rotura hacia dentro de las paredes de un recipiente cuya presión es inferior a la del exterior. Esto puede suceder, por ejemplo, a un submarino bajo el agua o a una estrella que se derrumba en la galaxia”, explicaba este viernes en un hilo de Twitter.

Y sobre las muertes de los cinco ocupantes coincide en que ocurrieron de manera instantánea por la implosión: “En fracciones de segundo porque el proceso ocurre muy rápido y de forma violenta”.

Sobre la posibilidad de recuperar los cadáveres de los cinco ocupantes, el capitán de la Armada y experto en rescates de submarinos militares sugiere que será muy difícil, si no imposible. “Es tan instantáneo y catastrófico, tan brusca la implosión, que poco habrá para recuperar”, ha asegurado. No en vano, la zona en la que ocurrió el desgraciado accidente de los millonarios que quisieron bajar a ver el Titanic, es, según López Angosto, “el mundo de las tinieblas”, profundo, frío y oscuro.