“Capitalismo y medios lograron cooptar el Congreso en contra de la dignidad del pueblo trabajador”: Petro por hundimiento de Reforma Laboral

Este martes 20 de junio el presidente Gustavo Petro sufrió una fuerte derrota en el Congreso con el hundimiento de la reforma laboral en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. La sesión convocada para hoy no pudo avanzar por falta de quórum.

El presidente Gustavo Petro reconoció que la reforma está hundida. “El hundimiento de la reforma laboral es muy grave. Demuestra que la voluntad de paz y de pacto social no existe en el poder económico”, aseguró.

Así mismo, Petro se despachó contra los empresarios y nuevas críticas a los medios. “Dueños del capital y de los medios lograron cooptar el Congreso en contra de la dignidad del pueblo trabajador. Creen que las ganancias salen de la esclavitud, las largas jornadas y la completa inestabilidad laboral. El gobierno del cambio no abandonará los intereses de la trabajadora y el trabajador”, afirmó el mandatario.

Lo cierto es que el proyecto no logró avanzar en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, aunque no faltó quienes interpretaran que aún la reforma que no estimulaba el empleo estuviera viva.

Sin embargo, según la reglamentación de la Ley Quinta que rige al Congreso, el proyecto está hundido y el Gobierno no tendría ninguna posibilidad de aprobarlo.

Uno de los argumentos es el artículo 147 de esa ley, que habla de los requisitos para que un proyecto se convierta en ley. Señala que la única forma para que pueda continuar debatiéndose en la próxima legislatura es que haya sido aprobado en su primer debate, por lo menos, un hecho que no sucedió.

La única esperanza que tenía el petrismo era que se debatiera en sesiones extraordinarias. Se habla de que la reforma será radicada de nuevo en la próxima legislatura, pero los expertos dicen que ya entra “quemada”, pues no favorece al pueblo con empleo, no contempla los cambios que la modernidad exige en cuanto al trabajo free lance, temporales (campo, cosechas) y virtuales, pero favorece a las peticiones de sindicatos que se quedaron en jornadas laborales del siglo pasado, y sí afectaría al sector empresarial, porque hoy en día se contrata conforme a los avances y exigencias de la modernidad del momento.

El ambiente en la Comisión Séptima de la Cámara estaba enrarecido. No solo no llegaron congresistas para conformar el quórum, sino que tampoco estaba la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, que se encuentra fuera del país, y otros miembros del Gobierno que habían estado presentes en otros debates anteriores estaba ausentes. Y la representante María Fernanda Carrascal, del Pacto Histórico, coordinadora ponente de la iniciativa, reclamó por ese hecho.

Por su parte, los congresistas que estaban presentes y estaban de acuerdo con el proyecto, lamentaron que no se hubiera completado el quórum para dar el debate.

En los últimos días la ponencia positiva de la reforma laboral había sido aprobada, gracias a la recusación e impedimentos que se presentaron en contra de varios congresistas. Allí también llamó la atención que el congresista Alexánder Quevedo, del Partido Conservador, quien fue suspendido por la veeduría de su colectividad, llegó para respaldar esas recusaciones y que la ponencia fuera aprobada. Hecho que molestó a los demás integrantes de la Comisión.

Anteriormente Quevedo ya había incidido previamente a favor del Gobierno en este proyecto. El representante por el Guaviare puso su firma cuando le faltaban algunos acuerdos a la iniciativa para que fuera radicada la ponencia.

Esto demuestra que lo que mal empieza, mal acaba. Esta reforma entró forzada, empujada, y a pesar de los trucos no pasó de la Comisión Séptima.