Fuertes lluvias inundan la calle 30 y las autoridades distritales y de la Gobernación hacen caso omiso a una posible solución

Como una piscina está la calle 30, luego de la gran precipitación de lluvia que ha caído en horas de la mañana de este jueves 8 de junio.

Ante esto, la comunidad del área metropolitana de Barranquilla se le imposibilita transitar y llegar pronto a su lugar de destino.

Mientras que los más implicados y afectados de este gran lago que se encausa en este sector, es el personal del comercio.

Dicho lo anterior, tienen que cerrar sus establecimientos comerciales porque de lo contrario pueden verse perjudicados con sus productos de venta.

De igual forma, están los residentes de esta parte del sur de la ciudad de Barranquilla, puesto que les afecta la salubridad por el agua estancada que queda como residuo de todo lo que viene bajando de otras corrientes.

Ante esto, la comunidad pide e implora a las autoridades que arregle la problemática que deben afrontar en cada aguacero y que por años se ha intentado solucionar, pero la Administración municipal junto a la Gobernación han hecho caso omiso a los reparos de esta arteria vial y trascendental en el territorio.