Incrementó migración ilegal en la nueva ruta de San Andrés-Nicaragua evitando el paso de la muerte por Tapón del Darién

La isla colombiana de San Andrés se ha convertido en el último año en un corredor apetecido por los migrantes que prefieren surcar estas aguas en el Caribe para llegar hasta Nicaragua, con el fin de evitar el peligroso y mortal recorrido por el Tapón del Darién.

Así lo estableció el jefe de Estado Mayor de la Armada de Colombia, vicealmirante Orlando Enrique Grisales, en una entrevista que concedió a la Voz de América, señalando que los «coyotes» disfrazan la migración ilegal con paquetes turísticos a San Andrés, ubicándolos en hoteles mientras esperan la puesta del sol para salir de manera ilegal hacia Nicaragua.

Sin embargo advirtió que la nueva ruta de migración es tan peligrosa como la del Tapón del Darién porque ya por lo menos dos embarcaciones han desaparecidos en aguas del Atlántico.

«En el mes de diciembre una embarcación con 24 migrantes naufragó entre San Andrés y la isla Maíz en Nicaragua, y 20 de ellos continúan desaparecidos», precisó.

El vicealmirante dijo que efectivamente la migración por la isla de San Andrés se ha incrementado, aunque es un poco más costoso para el migrante.

Por el Darién podrían estar pagando entre 2.500 y 3.000 dólares para llegar al Golfo del Urabá, hacer el tránsito terrestre y llegar a territorio panameño para continuar su recorrido, mientras el recorrido por San Andrés, dicho por estos mismos migrantes, es de 5.000 dólares.

Añadió que se ahorran el tránsito terrestre de Panamá y Costa Rica, «pero hemos tenido problemas porque aquí, desafortunadamente, por el relacionamiento político con Nicaragua, no hay esa facilidad que sí hubo con Panamá y el tráfico es más difícil de controlar».

Los migrantes que llegan a San Andres son recogidos por los «coyotes» en la noche, quienes los llevan hacia alguno de los cayos menores a la espera de que llegue una embarcación también ilegal a recogerlos y a transitarlos.

El oficial dijo son 56 millas náuticas que tienen que navegar entre San Andrés y la costa de la isla Maíz en Nicaragua, pero advirtió que muchas veces estas embarcaciones no cumplen las normas para hacer navegación de aguas abiertas, como son mínimo dos motores, equipo de comunicación redundante, con VHF y HF para poder tener comunicación en tiempo real en caso de que haya un naufragio.

Reseñó que se ha tenido conocimiento de dos embarcaciones que partieron de San Andrés y nunca llegaron a costas nicaraguenses. Al parecer naufragaron en el trayecto, de acuerdo con familiares que estuvieron preguntando por las personas que iban a bordo.

«Tenemos entendido que una de las embarcaciones naufragó y no hemos tenido noticias de algún sobreviviente o alguien que haya llegado a las costas de Centroamérica, no obstante que las dinámicas de las corrientes entre San Andrés y Centroamérica tienden a llevarlos en flota a sus costas. No hemos tenido sobrevivientes.

Añadio que a principios de este año en Costa Rica, las autoridades reportaron la llegada de maletas, valijas y bolsas a las costas de naufragios de algunas de las lanchas que salieron en este mes de forma ilegal.

Informó que en San Andrés han sido interceptadas e inmovilizadas 36 embarcaciones que no cumplían las normas y requisitos de seguridad de migrantes para ser llevados a Nicaragua o a la frontera entre Nicaragua y Honduras.

«Las operaciones son permanentes, la soberanía, el cuidado y la protección no solo de los migrantes, sino también de las actividades lícitas, la pesca, evitar la pesca industrial o la pesca por parte de otros países sin permisos en nuestras aguas», señaló.

Finalmente, el Vicealmirante Grisales hizo un llamado a los migrantes: Que atiendan el esfuerzo que están haciendo las autoridades de Colombia y Panamá para tratar de formalizar su desplazamiento. Está establecido el puente marítimo, 80 pasajeros diarios.

Explicó que son dos embarcaciones que están saliendo, uno en la mañana otro en la tarde, desde Necoclí, Colombia y están llegando a la Miel, Panamá. Salen de un puerto controlado, donde están las autoridades, donde no tienen que pagar ningún precio adicional que vale el tiquete, y están llegando a un puerto donde está la autoridad esperándolos, no están siendo objeto de robo ni tampoco de reclutamiento por las estructuras delincuenciales para que participen en una actividad ilícita.