A 20 años del ataque terrorista de las Farc al Club El Nogal

Hoy se cumplen 20 años del atentado terrorista perpetrado por las Farc contra el Club El Nogal, ubicado al norte de Bogotá. Hacia las 8:00 p.m. del 7 de enero de 2003, un carro bomba con 200 kilos de explosivos fue detonado en el parqueadero del edificio, causando 36 personas muertas y 198 heridas.

Los encargados de ubicar los explosivos también murieron en los hechos, siguiendo órdenes de las Farc. Quienes sobrevivieron llevan marcas, algunas más difíciles de sanar que las del cuerpo, reseña el Centro de Memoria Histórica al recordar este asiago episodio de la violencia en Colombia.

Un desespero inusual sacó a *César Páez —bogotano, diseñador de muebles— de una reunión con unos clientes y lo llevó a encontrarse con su esposa en el club.

“De pronto me empezó un escozor, unas ganas de irme. Y yo no tenía carro porque era pico y placa precisamente. Y hubo un momento que les dije a los clientes: qué pena con ustedes pero me tengo que ir, yo me voy”, recuerda.

Llegó al club, donde lo esperaba Catalina —arquitecta barranquillera, esposa y socia del negocio familiar—. Fue la última vez que la vio con vida. Le tenía agarrada la mano cuando explotó la bomba.

“Yo quedé un rato inconsciente. Y cuando desperté, estaba metido entre dos columnas de concreto; casi me voy al hueco del piso. Y las llamas salían de abajo”. Recuerdos que no se borran, aunque pase el tiempo.

“Para mí significa cortarme las alas para nunca más volver a volar, porque con ella tenía una relación muy especial. Era una mujer muy hermosa, por fuera y por dentro. Muy amable, generosa con la gente que no tenía nada. Realmente es una pérdida muy grande”.

Según la Fiscalía, el atentado terrorista fue planeado por Herminsul Arellán, miembro de la columna móvil Teófilo Forero de las Farc.

La intención era derribar el edificio entero, puesto que habían determinado que en el club se reunían altos funcionarios del Estado en medio de una difícil situación de orden público que atravesaba el país. Sin embargo, en los hechos también murieron Oswaldo y John Freddy Arellán —su hermano y su sobrino— a quienes habían encargado poner los explosivos, ocultos en el carro que manejaba el primero.

*Los nombres de los protagonistas de esta historia fueron cambiados por motivos de seguridad.

El atentado al Club el Nogal está priorizado en el Caso 10 de la JEP como ‘Crímenes no amnistiables cometidos por las extintas Farc-EP en el marco del conflicto armado’.

La JEP anunció que este 7 de febrero, la Sección de Primera Instancia para Casos de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad continúa con la audiencia para recibir respuestas de los ministerios y otras entidades para verificar que estén dadas las condiciones para imponer las sanciones propias.

La imposición de las sanciones propias será para los comparecientes que reconozcan responsabilidad y aporten verdad plena, exhaustiva y detallada.

Dentro de las entidades que comparecen a la Audiencia estan los ministerios de Hacienda, del Interior y de Defensa, la Agencia de Renovacion, la Agencia Nacional de Tierras y el Centro de Memoria Histórica, entre otros.

Dentro de este caso 10, la JEP encontró que el universo provisional de hechos, elaborado por el Grupo de Análisis de la Información (GRAI), estaría conformado por 169.400 hechos victimizantes.

El universo provisional de hechos, incluye 54.000 víctimas de desplazamiento forzado y 50.100 víctimas del uso de medios y métodos ilícitos de guerra (en los que se incluyen ataques a bienes protegidos, ataques a personas protegidas, uso de minas antipersonal y artefactos explosivos improvisados, y hechos tipificados por la Fiscalía como terrorismo).

También el universo provisional de hechos habla de 48.000 víctimas de homicidio; 15.000 víctimas de desaparición forzada; y 2.300 víctimas de violencia sexual.

Así mismo, se encontró que estos crímenes variaron de acuerdo con las diferentes etapas del conflicto armado: Consolidación territorial de las Farc-EP (entre 1993 y1996); intensificación de la confrontación con estructuras militares y grupos paramilitares (entre 1997 y2006) y repliegue para evitar la confrontación directa con el adversario (entre 2007 y2016). Los crímenes se concentraron en la segunda etapa de intensificación de la confrontación.

Los departamentos más afectados fueron aquellos que tuvieron presencia de estructuras del Bloque Oriental y del Bloque Sur de las Farc-EP. En relación al desplazamiento forzado, la mayoría de las víctimas documentadas se concentran en Caquetá, Vaupés, Guaviare y Arauca.

En cuanto a los departamentos con mayor afectación por eventos en los que se registra el uso de medios y métodos de guerra ilícitos, especialmente en tomas guerrilleras, el análisis del GRAI encontró que Antioquia, Tolima, Cauca y Nariño, son los departamentos con el mayor número de hechos.

La Sala de Reconocimiento encontró que realizar el análisis de las motivaciones y lógicas del accionar de la antigua guerrilla, presente en todas las líneas de investigación, revela en cuáles patrones puede haber convergencia, porque coinciden diversos crímenes contra los mismos tipos de víctimas y siguiendo las mismas lógicas o motivos.

Así, se pudieron detectar tres patrones:

1. Patrón de crímenes cometidos en ejercicio del control social y territorial: agrupa conductas no amnistiables cometidas en ejercicio del control social y territorial como:

Asesinatos selectivos, masacres, desplazamientos, desaparición forzada y violencia sexual en contra de personas que las Farc-EP catalogaron como ‘enemigo’. Estos crímenes los llevaron a cabo contra personas desconocidas por los guerrilleros por ser foráneas a la región, así como contra campesinos de las zonas para regular su comportamiento y castigarla en casos de desobediencia, para vaciar el territorio de autoridades estatales y liderazgos políticos contrarios a su ideología y propósitos; todo esto con el fin dominar territorios considerados estratégicos militar y económicamente. El pico de estos hechos fue entre el 2002 y el 2007, en medio de la confrontación con paramilitares y con el Ejército nacional.

2. Patrón de crímenes cometidos en desarrollo de las hostilidades: agrupa conductas no amnistiables cometidas en el desarrollo de las hostilidades como homicidios, los ataques indiscriminados, uso de medios y métodos de guerra prohibidos en tomas guerrilleras a poblaciones civiles, entre otras.

El plan estratégico para la toma del poder implementado por las Farc-EP conllevaba la confrontación militar con el Ejército nacional, así como con fuerzas irregulares de autodefensas y paramilitares. Para ello la guerrilla aumentó y diversificó su arsenal incluyendo armas no convencionales y de uso indiscriminado cuya utilización debe ser examinada por la Sala para determinar los casos en que se presentaron graves infracciones del DIH. Por ejemplo, algunos informes reportan el uso de minas antipersonal y de artefactos explosivos artesanales contra poblaciones civiles, así como ‘métodos de combate’ prohibidos. Ello incluye reportes de ataques contra objetivos que no eran militares o no representaban ventaja militar, la utilización de escudos humanos y los ataques contra personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario como edificios religiosos, educativos y de salud.

3. Patrón de crímenes cometidos por redes urbanas: agrupa conductas no amnistiables como homicidios y ataques a bienes y personas civiles en contextos urbanos.

Si bien las Farc-EP fueron una guerrilla campesina originaria de zonas de la expansión agrícola, a partir de su rápido crecimiento en la década de los noventa también incursionó en áreas urbanas, donde perpetró homicidios de civiles bajo modalidad de sicariato, atentados a personas y bienes civiles con explosivos.

El macrocaso 10 hace parte de la estrategia de la Sala de Reconocimiento de la JEP para abrir macrocasos que respondan a los 956 informes recibidos de la sociedad civil. Así, en las últimas semanas antes del cierre del plazo estatutario para la entrega de informes de la sociedad civil se recibieron más de 500 nuevos informes.

Además del macrocaso 10 la Sala está en las etapas finales de concentración del macrocaso 08, sobre los graves crímenes cometidos por la fuerza pública en asocio con estructuras paramilitares y otros agentes del Estado; el macrocaso 09, sobre los crímenes cometidos en contra de pueblos y territorios étnicos; y el macrocaso 11, sobre la violencia sexual y otros crímenes motivados por el género, sexo, orientación o identidad de género de la víctima en el marco y con motivo del conflicto armado.

Estos macrocasos continúan en etapa de concentración por la gran cantidad de informes que están siendo analizados aún, pero se adelanta la apertura del macrocaso 10 en respuesta a la orden de tutela emitida por la Sección de Apelación del Tribunal de Paz en el marco de la solicitud de las víctimas del atentado al Club el Nogal.