Hemos sembrado esperanza en la ministra de Salud

inirida

Desde La tierra de las muchas aguas

“Mi corazón es como una roca cubierta de musgo, donde

nunca falta una lágrima… ¡Oh selva, esposa del silencio,

madre de la soledad y de la neblina!”

José Eustaquio Rivera. La vorágine

­­Bogotá, 21 de noviembre de 2022 – Hacía mucho tiempo no se esperaba con tanta ansia un día y una hora en el municipio de Inírida, capital del Guainía, al suroriente colombiano, como ocurrió el pasado sábado 19 de noviembre. La cita fue en la Institución Educativa Custodio García Rovira con la ministra de salud, Carolina Corcho Mejía y su comitiva, quienes viajaron desde Bogotá para decirle al pueblo guainiano, que existe para el Gobierno Nacional, que el cambio es posible, que con sus voces, propuestas y saberes se diseñará el Plan Nacional de Desarrollo 2022 –2026, y que ellos serán los protagonistas de una nueva historia. Ha llegado el tiempo de la esperanza.

Y fue justamente esa misma palabra la que eligió el Sabedor ancestral del pueblo Piapoco, Luis Antonio Rodríguez Ortiz, conocido como “Chalibalis”, para definir un encuentro que renueva la confianza e ilumina el futuro de su gente. “Vamos a hacer el mejor futuro para el Guainía en cuanto a servicio de salud. La palabra de hoy es la esperanza -dijo mientras iniciaba un ritual de armonización para alejar las malas energías y construir confianza-. ¿Y quién es nuestra esperanza? El presidente Petro…, por eso votamos por él y por eso estamos hoy aquí, por él, porque a partir de hoy comienza a nacer la esperanza. Cuando vemos una luz hay esperanza de [vida], hay esperanza de comida, de salvación, de que nos podamos mirar claro. Así que quiero pedir un fuerte aplauso para la ministra de salud, en quien hemos sembrado la esperanza. El departamento de Guainía siempre ha venido buscando una esperanza, la población indígena puso una confianza para obtener una esperanza en el presidente Gustavo Petro y en quienes le acompañan, bien sea para salud, educación o medio ambiente. Ahí está la esperanza de nosotros como pueblos indígenas, de colonos y de la totalidad de los habitantes del departamento de Guainía”.

En Guainía, tierra ancestral de Colombia, viven a la sombra de los imponentes Cerros de Mavecure, los pueblos indígenas de Puinave, Guanano, Tucano, Cubeo, Curripaco y Piratapuyo, una amplia comunidad rural campesina, muchos colonos, y una minoría semiurbana. Este territorio, que hace parte de la región de la Amazonía, es uno de los más ricos en diversidad ambiental del país y es a la vez uno de los más pobres y abandonados, donde confluyen diversos conflicto sociales, políticos y armados. Allí abundan el verde y la vida, las inmensas llanuras, hay parques y reservas naturales, tan emblemáticas como la Puinawai, está la laguna de Las Brujas, el raudal de Sapuaral, hay mucha agua, muchos ríos, pero poco Estado. El sistema de salud del Guainía es uno de los más precarios del país y la esperanza de vida de su gente no depende de la ciencia médica alopática o clínica sino de la sabiduría de sus médicos tradicionales. Por ello cuando corrió la voz sobre la visita de la ministra de Salud, sus habitantes, mayoritariamente indígenas entendieron que su confianza no había sido defraudada, y que la esperanza podía vivir en su territorio.

En el Guainía no sólo han sido deforestadas y saqueadas sus selvas, también los sueños de su gente, históricamente marginada y excluida de las agendas nacionales. Este departamento tiene uno de los índices más altos de pobreza y desnutrición infantil, y más bajo en cobertura de acueducto, aunque paradójicamente su riqueza hídrica es enorme. La llegada de la ministra con una delegación experta en salud pública para anunciar la reapertura del hospital público y la creación de la empresa social del Guainía, así como la construcción de un modelo salud con enfoque diferencial, que logre armonizar los saberes de la medicina tradicional indígena con un programa de salud preventiva y predictiva, fue recibida con enorme júbilo y esperanza. El gobierno dijo que el Guainía existía, y hoy lo está demostrando al cumplir con la palabra prometida.

Tanto para la Guardia Indígena del Resguardo El Paujil, como para los más de 1.300 asistentes al Dialogo Regional Vinculante, la llegada de la ministra de Salud, con un plan concreto orientado a garantizar el derecho a la salud como una prioridad para el Gobierno Nacional, más que motivo de esperanza, es la certeza de que una nueva historia empieza a escribirse en esta región de Colombia.

La voz de todos

Reconocer esta región como potencia ambiental y convertirla en potencia turística es posible si hay voluntad política e inversión. Modernizar el aeropuerto es prioridad, dijo el alcalde de Inírida, Pablo Acosta, al recordar que vía aérea salen pacientes y llegan medicamentos, y la única aerolínea que viaja a este territorio es Satena, pero sus costos son elevados y muchas sus limitaciones. Es necesario que nuevas aerolíneas realicen trayectos a esta región, señaló, más aún si se considera que no existen carreteras, lo que si bien es una manera de preservar su variado ecosistema, también plantea la necesidad de fortalecer sus sistema de transporte aéreo y fluvial.

El tema no es nuevo en la región ni ha sido ajeno a las demandas que periódicamente se les plantean a los gobiernos de turno. Bajo un cielo luminoso y una temperatura de 30 grados y una sensación térmica de 33 grados, el gobernador de Guainía, Juan Carlos Iral, coincidió que la importancia del aeropuerto es esencial, en tanto de su buen funcionamiento depende la vida de la gente. Está prohibido enfermarse después de las seis de la tarde, dijo, porque los centros médicos no están dotados adecuadamente, y en la noche no salen vuelos. Además, hay otro riesgo latente: Por las arterias fluviales de su geografía corre el mercurio que también envenena la sangre de su gente. Y no es un tema que pueda ignorarse pues su exposición causa graves problemas a la salud. Asimismo, el gobernador aprovechó el espacio para recordar que la protección de la Amazonía es y debe ser un compromiso mundial y nacional; y para ello solicitó al Gobierno Nacional un helicóptero traído de Estados Unidos, similar a los dos que se adjudicaron el departamento de Guaviare para cumplir con esta trascendental misión.

Desde la vocería indígena, su gobernador Nelson Díaz, afirmó que el tema de salud en el territorio, no solo como pueblos indígenas sino a nivel departamental, ha sido muy precario. “Queremos derogar el decreto 2565 de 2014, queremos mejorar, ver con hechos, se han dado alternativas para la mejoría en el sistema de salud de nuestro departamento, hace poco dieron dos años más de plazo para mejorar, pero estamos cansados queremos el hospital regrese a la administración pública, es lo que exigimos en nuestro territorio, no se puede negociar con la salud de los guainianos, no puede ser negocio… a nombre de mi población, un 85 % somos pueblos étnicos, exijo que nos tengan en cuenta como indígenas y nos garanticen la participación en la parte de administrativa. Vimos hace un rato a nuestro médico tradicional, y ese es el principio que tenemos como conocedores de la medicina tradicional, pero esa articulación [entre las dos formas de medicina]debe ser real. En el nuevo modelo de salud tenemos médicos tradicionales, sí, pero solo de nombre, no están actuando como médicos tradicionales. Estamos cansados…, y por eso exijo un cambio en el modelo de salud, uno constructivo, que preste el servicio a nuestro departamento, que el hospital vuelva a la administración pública”.

Anuncio en tierra de muchas aguas

Sin duda se trata de una oportunidad histórica para saldar una deuda con esta tierra de agua, olvido y rojos atardeceres. El compromiso es cambiar para mejorar y llevar el Estado social a cada esquina relegada del país. La ministra Carolina Corcho lo dejó claro durante su presentación. “Uno de los problemas centrales que hay en el Guainía es el de la salud, por eso el Gobierno Nacional ha ordenado la reapertura del hospital público, y la creación de la empresa social del Guainía, que nunca debió ser entregada a la privatización. Tenemos el firme compromiso de enderezar el equivocado camino que se le impuso al Guainía desde hace varios años. Hemos llegado aquí con todo el equipo de Prestación de Servicios y hospitales, el Viceministerio de Salud Pública con todo su equipo, y ahorita mientras ustedes trabajan en las 17 mesas, nos abocamos a sentarnos con la Gobernación. Llamamos a todas las fuerzas políticas sin distingos de ideología del departamento para que acompañen la creación de la Empresa Social del Estado, el [fin del] decreto que nunca debió ser y para que pronto tengamos el hospital público del Guainía, [y podamos] incluso, invitar al presidente, a su entrega”.

Diecisiete mesas se instalaron para deliberar sobre los cinco ejes de transformación, propuestos por el director de Fortalecimiento Fiscal, José Lenin Galindo, del Departamento Nacional de Planeación: 1. Ordenamiento territorial y paz total; 2. Seguridad Humana y Justicia social; 3. Seguridad alimentaria; 4. Economías limpias, verdes y sostenibles y 5. Convergencia entre lo urbano y lo rural, y también instalaron una mesa especial de diálogo de población indígena y otra exclusiva para temas de salud. Luego se desarrolló la plenaria en la que se plantearon diferentes iniciativas de interés colectivo en un ejercicio bastante similar al de los Presupuestos Participativos, se escucharon múltiples problemáticas, y se hizo especial énfasis en el derecho a gozar de un sistema de salud integral, eficaz y que reconozca la dignidad de humana.

La palabra Guainía significa “Tierra de muchas aguas”, en lengua indígena yurí, lo que alude a su magnífica riqueza fluvial, que a la vez convierte esta región en el hogar de numerosas especies de fauna y flora. Los caudalosos y coloridos ríos que surcan el territorio, el río Atabapo, el Orinoco, el Inírida, el Guaviare y el Negro, atraviesan algunas de las formaciones rocosas más antiguas del planeta, y son el rostro del futuro de Colombia. Hoy todos ellos se encuentran amenazados por múltiples prácticas ilegales, la falta de inversión y atención, la crisis climática, pero ya sabemos que el descuido del presente es la amenaza del mañana. Sin agua no hay salud ni vida. Y la apuesta del nuevo gobierno es desarrollo alrededor del agua y Guainía será su protagonista.