Recordando al gran “Juancho Polo Valencia” y su terruño Caimán

Breve historia de “Juancho Polo Valencia”

Por: David Awad V.

CUÁNDO Y DÓNDE NACIÓ JUAN MANUEL POLO CERVANTES

“Juancho Polo Valencia”, el legendario juglar y compositor del género vallenato nacido en candelaria (Caimán) el 18 de septiembre de 1918 y fallecido el 21 de Julio de 1978 en Fundación Magdalena. Sus restos mortales reposan en el panteón de Santa Rosa de Lima corregimiento de Fundación, quien fue y seguirá siendo la figura icono de caimán .

Nació bajo el hogar conformado por Juan Polo Meriño y doña Maria Rosario Cervantes Berdugo, de cuya unión nacieron Juan Manuel y María.

Bautizado en Caimán el 14 de febrero de 1919 en la parroquia del Santo de Papua, donde lo apadrinaron Alejandro Cermenta y Antonio Heros.

Algunos caimaneros ya katanos cuentan que cuando nació Juan Manuel, la primera en visitar y llevar regalo al recién nacido fue doña Soraida Hernández Álvarez (apreciada vecina de la familia).

LA ÉPOCA EN ESCUELA

“Juancho Polo Valencia” sabía leer y escribir gracias a sus estudios de primaria que cursó en la escuela de Monte Rubio (vereda en ese entonces en la jurisdicción de Fundación), donde fueron sus maestros de aquel entonces; Flores de María, Ana Cavas, Josefa Valera y Anaú Moreno. Allí se lucia pronunciando extensos discursos de inspiración propia en ceremonias de los llamados entonces “Acto cívico” y demás eventos escolares, donde siempre era tenido en cuenta.

Antes de aprender a tocar el acordeón, aprendió a leer y escribir. En esa época había un señor al que cada padre le pagaba para que enseñara a sus hijos a leer y escribir, se trataba precisamente del maestro Enaú Moreno (Cachaco), quien enseño a “Juancho” con gran dedicación por su carisma de persona.

Una vez terminada la primaria, sus padres lo enviaron a estudiar en Aracataca, pero por su rebeldía, sólo cursó primero de bachillerato, dando paso a su vida andariega y parrandera en los pueblos circunvecinos y los campos, pues siempre gustó de la vida del monte, sin lujos ni pretensiones ostentosas, amenizando parrandas sin cobrar un sólo centavo como solían ser las parrandas de aquellos tiempos memorables.

PERO… ¿DE DÓNDE SALIÓ EL “VALENCIA”?

Comentan que el padre de “Juancho Polo Valencia” entre 1917 y 1918 al finalizar el período presidencial del Dr. José Vicente Concha, se postularon para el cargo máximo del país: Marcos Fidel Suárez, José María Lombana Barreneche y Guillermo León Valencia, terminando victorioso Marcos Fidel Suárez. Como el liberalismo estaba divido en dos en ese momento (A y B), el padre de “Juancho Polo” (liberal) depositó su voto a nombre de Guillermo León Valencia (Conservador). A quien guaradaba gran admiración y respeto, tanto le apodo a su hijo el segundo apellido “Valencia”, de ahí su apelativo de “Juancho Polo Valencia”.

CÓMO APRENDIÓ A EJECUTAR EL ACORDEÓN

A la edad de 12 años, “Juancho Polo” y sus padres se mudaron a Flores de María, donde vivía un señor de nombre Carmen Vargas (gran amigo de su padre), quien sabía ejecutar el acordeón y cuando lo hacia, tanto jóvenes como viejos se aglomeraban para escucharlo tocar, entre ellos el entonces joven Juan Manuel Polo Carvantes (Juancho Polo Valencia).

En una de esas reuniones el joven Juan Manuel se quedó con la idea de pedirle a Don Carmen Vargas, que lo enseñara a ejecutar el acordeón y éste conociendo la virtud del muchacho, le brindó su acordeón e inclusive le ofreció a enseñarle a ejecutarlo y así lo logró.

Don Carmen Vargas, cuando vió que “Juancho Polo” sabía ejecutar bien el acordeón, le propuso venderle el acordeón a don Juan Polo Meriño (Papá), quien de inmediato lo negoció y Don Carmen Vargas y este a su vez, reunió y compró uno nuevo.

Ya con su acordeón, Juancho se fue para Candelaria (Caimán), Bella Vista (Moya) y Concordia (Malabrigo), donde tocaba en ciertos lugares, ganando adeptos a su estilo particular y marcado.

EL DESTINO GUÍA A “JUANCHO POLO VALENCIA”

Un día en una famosa y muy surtida de Ron Caña, la tienda “Coco Solo” ubicada en la población del mismo nombre, cuyo propietario era José Meza de Candelaria, quien al escuchar la notas del acordeón que ejecutaba “Juancho Polo Valencia”, le ofreció regalarle un acordeón nuevo a cambio de que fuera mas constante a tocar a la tienda, de manera que viajó a Barranquilla y se lo trajo.

Un día en el pueblo de Candelaria y sus alrededores se corrió el rumor de que, el famoso Francisco “Pacho” Rada había llegado al “Coco Solo” (pueblo vecino de Candelaria a 1 km aproximadamente), de manera que tanto jóvenes como adultos, se convido para ir a conocerlo, entre ellos el joven “Juancho Polo Valencia”.

Una vez allí, no faltó quien le dijera a “Pacho” Rada que ahí se encontraba “Juancho Polo Valencia”, de quien ya Rada había escuchado hablar, éste se apresuró en conocerlo y en medio de la alegría, “Juancho” se presentó así:

“Aquí tiene usted a Juan Manuel Polo Cervantes”,

Contesta “Pacho” Rada:

Y tu no eres Valencia acaso?

Contesta “Juancho”:

Sí. Yo soy el mismo, me dicen así, pero mi nombre es Juan Manuel Polo Cervantes

Ese día después de la parranda, todos los caimaneros se devolvieron a su pueblo, menos “Juancho” porque “Pacho” lo había invitado a tocar en Coco Solo.

Llegaron a la tienda “Coco Solo” ubicada en una esquina de propiedad de José Meza, la muchedumbre era tanta, que debieron treparse en unas mesas como era costumbre en esa época, la fiesta era tan apreciada y el entusiasmo tan vivo, que le gritaban “vivas” al pollo caimanero. Fue tanta la euforia de aquella noche que el Sr. Meza veía tantos rendimientos fructíferos en su cantina que, entrado el amanecer ya no existía reservas de ron caña, debiendo mandar a buscar mas surtido al pueblo vecino.

Entrada la mañana y tocando “Juancho” su acordeón, se le daña una nota al aparato y muy amablemente “Pacho” se ofreció a llevárselo a reparar, pero pasó el tiempo y no volvió mas, pues se le hacia incomodo el transporte.

Esa noche “Pacho” dijo:

“Caimán tiene un músico grande, que le pega bien a la nota y le siento peso”

Estas palabras que enorgullecieron a sus pobladores, en especial al propio “Juancho Polo Valencia”, quedaron grabadas de por vida y aun así lo recuerdan hasta las nuevas generaciones.

Pasó su vida haciendo lo que siempre le gustó; cantando, tocando, y viajando como un gitano errante, todo un “Juglar” del vallenato “nato”, con múltiples historias que contar.

Su vida campesina transcurrió en la humildad y no fue ningún impedimento para enaltecer el folclor colombiano, destacándose por su estilo único vallenato, siempre acompañado de su inseparable acordeón al hombro media espalda, sombrero vueltiao, abarcas tres punta´s y vestir sencillo, dispuesto a poner el sabor vallenato en cualquier esquina, rancho o tenderete parrandeando.

En su gran mayoría sólo tocaba y cantaba por parrandear y beber licor para ahogar sus penas, las malas jugadas que la vida le dió.

Esto nunca fue motivo de molestia o enemistades, pues siempre gozo de afecto y admiración entre quienes lo rodeaban a día.

CONOCIÓ A ALICIA CANTILLO MENDOZA

En Concordia se enamora de la joven Alicia Cantillo Mendoza (Alicia Adorada) nacida en Concordia – Malabrigo frío, hija de Esteban cantillo y Felicidad Mendoza, a quienes les pide la mano y contraen matrimonio, deciden irse de Concordia a Candelaria (Caimán) el 24 de Diciembre de 1938 y se ubicaron en una pequeña casa donde vivía Ignacio Gómez, ubicada en medio de Dionisio Blanco y Félix Blanco (Hoy día es un solar), diagonal a la capilla del Dr. José Gregorio Hernández, justo en frente a Enrique Jiménez.

LA MUERTE DE ALICIA

Aquella noche “Juancho Polo” tocaba en casa de Manuel Cervantes (frente de la casa del Mello Rodríguez), “Juancho Polo” estaba recostado a una cerca en medio de la casa de Luís Jiménez Movilla y Manuel Rodríguez Barraza (alias el mello blanco) y en medio de la multitud llegaron los hermanos Emiliano y Jesús Pacheco Meriño, quienes a lomo de burro cruzaron las peligrosas vías de herraduras en cuya época no faltaban los tigres por esas regiones montañosas, como lo era el camino que de “Flores de María” que conduce a “Canoas”, de ahí a “Carreto”, faltando así llegar al caserío de “Los Cerritos”, para después de 4 horas más, llegar a Candelaria. Donde finalmente dieron la mala noticia de la muerte de Alicia.

De inmediato se fue con ellos para Flores de María al igual que varios caimaneros como; José Blanco y Fabián García Sosa, quienes duraron 15 días acompañándolo en su duelo y ahogándolo en licor los lamentos y sentíres.

A su regreso a “Caimán” “Juancho Polo Valencia” dijo:

“Ombe muchachos, nos vamos a ir juntos pa´caimán”
“porque aquí en Flores no tengo…” (Hizo una pausa, pensó y no pudo expresar lo que el dolor del corazón sentía)… mas nada que hacer.

“En Flores ya no tengo a Alicia”

¿Seria eso o serian varias cosas?

Así las cosas, salen de “Flores” a lomo de burro, llegando al pueblo “Las Canoas” y de ahí siguieron a “Carreto”, donde había un jagüey y dan de beber a sus burros, mientras comían unos pedazos de chicharrones fritos que traían consigo en sus mochilas, tomaron un descanso y en un momento inesperados por todos, dijo “Juancho”:

“¡a! muchachos yo traigo la parranda de Alicia en mi cabeza”

Admirados, guardaron silencio y con una palmada en la espalda de “Juancho”, continuaron su camino a “Los Cerritos” para terminar en “Caimán” (Candelaria).

La más famosa canción suya sin discusión alguna fue “Alicia Adorada”, un lamento de reclamo a Dios por la muerte de su esposa, fallecida proceso de parto en la población de Flores de María, corregimiento del municipio de Pivijáy, Magdalena, en esa época y hoy día corregimiento del municipio de Sabanas de San Ángel, Magdalena, allí se había establecido con ella.

Luego de la pérdida terrenal de su amada “Alicia Adorada”, pasó vagando, buscándole razones y explicaciones en medio de parrandas etílicas por la desaparición terrenal de la mujer que lo aceptaba con sus virtudes y defectos como; Feo, borracho, sucio, irresponsable, mujeriego y sin su oreja derecha, pero con unas cualidades y calidades para la composición que inspirados por ella salían a flote fácilmente.

LA PRIMERA PRESENTACIÓN DEL TEMA “ALICIA ADORADA”

Pasado unos días de la muerte de “Alicia”, “Juancho” sin su acordeón, sale para un pueblo cercano de “Caimán”, se trataba de “Coco Solo” y en compañía de Fabián García, Antonio Meza, Pablo Escórcia, Florez Blanco y José Blanco. Llegan a la cantina “Coco Solo” en la población del mismo nombre y propiedad de Laurencio Gómez Silva (natal de candelaria), hijo de Dolores Silva e Hilarito Gómez y hermano de Esther Gómez Silva. Para tal evento Laurencio le prestó el acordeón a “Juancho Polo” para que tocara en medio de la compañía de Fabián García Sossa, José Blanco, Antonio Meza, Pablo Escórcia, entre otros caimaneros, quienes le trajeron a colación la parranda que decía “Juancho” traía en su cabeza.

Juancho Polo Valencia ya con sus tragos de Ron Caña encima y medio “peao” en mezcla de licor y sentimiento, agarro el acordeón de Laurencio, se puso de pie y salieron las notas ejecutadas de aquel aparato y con voz entre solloza canto:

“Se murió mi compañera que tristeza,
se murió mi compañera que dolor”

“Alicia mi compañera que tristeza,
Alicia mi compañera que dolor”

“y solamente a Valencia, ay ombe,
el guayabo le dejó.”

(Ya cuando el alma se acaba, se retira de este mundo y en aquel sueño profundo, la vida se vuelve nada).

Laurencio Gómez Silva (dueño de la Cantina “Coco Solo”), quien en sus comienzos era fletero de alimentos como; arroz, maíz y demás que, de Candelaria llevaba en un bote grande a Barranquilla. En este mismo bote viajó “Juancho Polo Valencia” a Barranquilla a grabar un disco en compañía de su amigo Fabián García, llegaron a la disquera que estaba propiamente en el municipio de Soledad y propiedad de Luís “Lucho” Barros.

El tema dice:

“Y quiéreme nena siempre
Que yo el 24 vuelvo
Ponga cuidado el oyente
Voy a dar un paseo a mi pueblo”

CONOCIÓ A ALICIA HERNÁNDEZ PAEZ

En sus correrías cercanas, conoce en Concordia a Alicia Hernández Páez, se enamora de ella y se casa por vez segunda en la parroquia del Cerro de San Antonio, con quien tiene a sus hijos Sebastián y Rosa.

ANÉCDOTAS

  • Recuerda que una vez en la casa de Vicente Cervantes, “Juancho Polo” tocaba en la sala de la casa vestido totalmente de blanco, el fajón que llevaba era de cuero marrón y desteñía, de manera que con el calor de la fiesta y la gente. Comenzó a sudar y el fajón a destilar su color natural, dañando su traje blanco en tonos marrones desproporcionados, parecía haber sido revolcado por alguna “rasca”, pero no fue impedimento para continuar su parranda en medio de risas.
  • Como todo ser humano, “Juancho Polo Valencia” un día enfermo y había un medico de apellido Varela, quien le recetó unos remedios, ya en su reposo se inspiro y una estrofa le sacó:

“Todos me aconsejan, que debo curarme a tiempo,
Voy a donde Varela, para ver si me examina,
Queridos amigos y ahora sí estamos contentos,
Porque ya Varela me dio la medicina”.

Reconocimiento a:
Don Juan Manuel Pérez Mejía
(18/11/1941 a 02/03/2016)
natural de Candelaria “Caimán” – Cerro de San Antonio, conocido de “Juancho Polo Valencia”. quien antes de morir nos dejó sus escritos en un pequeño cuaderno para la posteridad.

Agradecimiento a:
Luís Pérez Polo
Nieto de Manuel Polo Martínez (primo hermano de Juancho Polo Valencia). Luís, Modesto ser de excelentes principios, que se tomó a la tarea de dar a conocer la verdadera historia del legendario “Juancho Polo Valencia”, que dejó escrita su padre, conocida por pocos y desconocida por muchos.