La madrugada de este domingo, un grupo de cuatreros ingresaron a la Hacienda El Socorro y sacrificaron a varias vacas allí mismo, robándose además equipos y herramientas del sitio y llevándose al menos ochos reses.
La situación gue puesto en conocimiento de las autoridades, quienes investigan el caso, tratando de dar con el paradero de los delincuentes.
Los antisociales sometieron al personal de la finca (seguridad, trabajadores y demás), lo que les dio todo el tiempo para cometer el ilícito y robarse las reses.
Permanecieron en el predio desde las 6 de la tarde del sábado, hasta las 3 de la madrugada del domingo.
La delincuencia rural organizada representada en las bandas de abigeos o cuatreros, como también se les conoce, propinaron un duro golpe en una hacienda situada a la orilla de la carretera de La Cordialidad, jurisdicción del municipio de Galapa, en la ruta a Baranoa.
Se tomaron en asalto el predio El Socorro, y descuartizaron ocho vacas paridas, apoderándose de la carne.
Una acción más que habla de la criminalidad de estos delincuentes, es que mataron varios terneros recién nacidos, a los que dejaron en los corrales.
De acuerdo con la denuncia que está en poder de la Fiscalía y Policía, los hampones ingresaron a la finca a las 6 de la tarde de este sábado.
“Tres hombres llegaron pidiendo dizque ayuda para desvarar un camión que se les dañó frente a la finca. Les dijimos que no teníamos manera de colaborarles, y como ya estaban adentro nos encañonaron”, dijo uno de los empleados.
Los tres tipos procedieron a encerrar a dos trabajadores de la finca y a la esposa de uno de ellos, al tiempo que permanecían vigilándolos.
Inmediatamente ingresaron un camión en el cual se llevaron la carne de los semovientes descuartizados.
Los abigeos permanecieron en su labor criminal desde las 6 de la tarde hasta las 3 de la madrugada de hoy domingo.
La propietaria manifestó que no es la primera que es víctima de este tipo de acciones, en dos oportunidades anteriores también resultó blanco de asaltantes: una vez fue en las oficinas, de las que se llevaron computadores y otros equipos de oficina, y luego en una nueva incursión, sacrificaron reses.
La acción de los cuatreros deja pérdidas avaluadas en 45 millones de pesos.
“Necesitamos más presencia de autoridades, un mayor patrullaje, labores de inteligencia para detectar a los integrantes de estas bandas, y establecer dónde comercian la carne robada”, precisó la afectada.
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