Cuatro mujeres capturadas, implicadas en el cartel de “Las Libranzas”

Tres de las investigadas fueron detenidas en distintos puntos de Barranquilla.

Una cuarta fue capturada en Pivijay, Magdalena, y trasladada a la sede de la URI de la capital del Atlántico.

Uniformados de la Segunda Brigada del Ejército, Gaula Militar Caribe y funcionarios de la Fiscalía General de la Nación capturaron en Barranquilla y en Pivijay, Magdalena, a cuatro mujeres que estarían implicadas en el sonado caso del ‘Cartel de las Libranzas’ o ‘Escándalo de las Libranzas’, un proceso que ya lleva varios años de investigación en distintas dependencias del Estado.

La Fiscalía 40 de la Dirección Especializada de Lavados de Activos fue la unidad encargada de solicitar ante un juez las órdenes de captura contra Delvis Sugey Medina Herrera, Marie Esther Vélez Araujo, y de las hermanas Olga Lucía y Vilma Esther Pertuz García, por los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir.

En esa línea, este medio estableció que Medina Herrera fue detenida este miércoles 9 de noviembre en la calle 50 con carrera 8, en el sur de Barranquilla, y, de manera simultánea, Marie Esther Vélez Araujo fue capturada en la calle 76 con carrera 52, sector norte de la ciudad.

En el caso de Vilma Pertuz trascendió que su detención se produjo en el Centro de la ciudad, y su hermana Olga Lucía cayó en el municipio del Magdalena.

En medio de la operación, uniformados del Ejército y funcionarios del CTI de la Fiscalía confirmaron que se decomisaron 665 millones de pesos en efectivo.

En el pasado, Delvis Sugey Medina, pareja del excongresista del Magdalena, Roberto José Herrera Díaz, había sido capturada en el marco de una operación por el sonado caso de la firma Elite International SAS, también conocido como el ‘Escándalo de las Libranzas’.

Medina Herrera fue investigada por los hechos que envolvieron una supuesta estafa de más de 6.000 personas que invirtieron en la firma Elite Internacional S.A.S., específicamente por estar detrás de cooperativas que habrían tenido manejos irregulares de recursos bajo una aparente la modalidad de pirámide.

Incluso, el año anterior la justicia fue cuestionada porque la mujer permaneció un mes en la sede de la URI en Barranquilla y nunca se trasladó a la cárcel El Buen Pastor tras la orden dada por el juez Octavo Penal de Conocimiento de la ciudad.