Por Guillermo Luis Nieto Molina
Poeta, Escritor, colaborador
Muertos y vivos fueron engañados. Los vivos sufren en vida lo ocurrido. Los muertos no descansan en paz. Las almas de los muertos se han extraviado por el tiempo transcurrido. Los vivos viven desesperados por tanta tramitología.
os muertos no saben dónde ir a reclamar. Algunos procesos han ordenado la exhumación. El caos continúa.
Los cuerpos no corresponden a los difuntos registrados en los documentos. Las misas no cumplen el mandato divino. Algunas cenizas de los cadáveres cremados también se han entregado equivocadamente.
Se reclama, se tocan puertas, nadie se hace cargo.
Los muertos no encuentran sus familias y éstos no encuentran sus muertos.
No es una guerra, es la realidad de una pandemia que desestabiliza los valores de la responsabilidad.
El cuerpo de un hombre rico fue sepultado en un cementerio pobre lleno de malezas y un cuerpo de un hombre pobre fue incinerado en el mejor horno crematorio de la ciudad.
Fueron entregados equivocadamente. Hoy sus almas no saben dónde llegar. En la cuántica de la muerte también hay estratos y condiciones.
El rico no parece pobre y el pobre no parece rico. Ahora sus almas deambulan en busca de sus familias y el tráfico está colapsado en el más allá.
Cada día llegan cantidades de espíritus fallecidos, la mayoría trocados no saben quiénes son, desconocen a los deudos que organizaron su despedida a la eternidad.
Algunas personas alcohólicas sepultadas por hogares estrictamente abstemios . Monjas y pastores de diferentes iglesias sepultados por meretrices de cabaret de mala muerte.
Nada será igual para los muertos, perdidos en el infinito,
buscan sus familiares.
Nada será igual para los vivos, con un muerto que no es tuyo la vida deja de ser atractiva; se convierte en un infierno.
Al fin y al cabo, venimos al mundo a vivir y morir acompañado por nuestros parientes. Lo demás es solo mitos del hombre…
La vacuna protege dicen unos.
La vacuna mata dicen otros.
El covid 19 sigue su deforestación humana. Se salvarán algunas semillas.
Mientras las grandes empresas preparan sistemas de vigilancia para seguir sometiendo al ser humano.
La esclavitud cibernética se avecina….
