Según informó la Fiscalía General de la Nación, fueron encontradas tres personas dentro de bolsas de basura en el barrio El Amparo de la localidad de Kennedy, al sur de Bogotá.
El macabro hallazgo se dio sobre la 1:00 de la madrugada. Según la informaron que brindaron las autoridades, los cuerpos estaban abandonados en plena vía pública en una carretilla utilizada para el reciclaje. Los cuerpos presentaban signos de tortura.
El Director de la Fiscalía Seccional de Bogotá, José Manuel Martínez Malaver, se pronunció al respecto y dijo lo siguiente:
“Este lugar en donde se encontraron los cuerpos es uno de los puntos más complejos en materia de seguridad de la localidad de Kennedy”
Aunque todavía no se sabe a ciencia cierta quién fue el autor de este macabro crimen, las primeras hipótesis de las autoridades indican que habría sido por un ajuste de cuentas a cargo de las peligrosas bandas, “El Tren de Aragua’ y los ‘Chontaduros’.
Hasta el momento se sabe que las tres personas asesinadas habían salido de la cárcel hace algunos días y las primeras hipótesis apuntan a que sería un ajuste de cuentas a manos de la peligrosa banda Tren de Aragua, por temas de microtráfico.
Según se conoció, los cuerpos estaban envueltos en viniltex negro y se encontraban dentro de una carreta.
En un principio, el equipo de antiexplosivos de la Policía llegó para descartar que se tratara de una bomba cuando hizo el macabro hallazgo.
Las autoridades aún no han dado a conocer la identidad de los fallecidos.
La Fiscalía informó que la zona de Kennedy, en el sector de Mártires, la puerta seis de Abastos tiene un gran problema de microtráfico, explotación sexual y ha sido muy difícil llevar este tema.
Hasta la fecha, van 19 embolsados en Bogotá y por eso la Fiscalía está trabajando en la desarticulación de las bandas Tren de Aragua y Los chontaduros y poder recuperar esos espacios de territorio urbano.
Hasta la fecha van más de 700 capturas y cinco bandas desarticuladas, casi cinco capturas al día de bandas que controlan los territorios del microtráfico en la ciudad, pero el objetivo de la fiscalía es llegar a los cabecillas de las grandes bandas y desarticularlas desde la raíz.
Vale la pena recordar que apenas el 19 de agosto las autoridades reportaron el hallazgo de cuatro cuerpos sin vida dentro de una camioneta que había sido abandonada en el norte de la capital.
De acuerdo con la información preliminar, las víctimas, a bordo de una Toyota Prado, son tres hombres y una mujer, quienes tenían señales de tortura. Uno de ellos tenía una bolsa de basura en la cabeza. En la parte de adelante había dos cuerpos, mientras que dentro del baúl del vehículo se encontraron dos más.
Tren de Aragua, la tenebrosa banda criminal sospechosa de la masacre en Bogotá
Esa forma de dejar a sus víctimas y otros elementos que por ahora hacen parte de la reserva de la investigación apuntan a que detrás de la masacre podría estar el Tren de Aragua. Se trata de una banda criminal que se metió a las entrañas de la capital y mediante terror ha venido ganando terreno en el bajo mundo.
Sus integrantes son despiadados asesinos que exhiben en video sus crímenes. Tiene la orden, desde Venezuela, de matar a los “prestados” delincuentes de otras organizaciones, que son secuestrados y brutalmente “triturados” para meterlos en bolsas, como sello criminal.
Las autoridades los tienen bien estudiados por cuenta de otros crímenes que también han estremecido a la ciudad. Uno de ellos, la de un joven en Kennedy. En ese caso, la orden de matar estaba a cargo de alias Alfredito, diminutivo que poco se compadece con la psicosis asesina de este criminal.
Los testimonios advirtieron que los homicidios en esa localidad, al sur de Bogotá, tiene a este sujeto como perpetrador, con una sentencia tras cada asesinato: van por más “prestados”.
Las víctimas son secuestradas, les fracturan los brazos, las piernas, la mandíbula y las amarran por la espalda de modo tal que cuando se cansan de padecer y sueltan el cuerpo se ahorcan. “Ellos tienen una técnica, que seguramente reciben con entrenamiento, intentan imitar elementos criminales de Centroamérica usados por los maras, luego meterlos en bolsas es para deshacerse de la evidencia”, dijo un investigador
