Para algunos colombianos, el talante del presidente Iván Duque Márquez ha quedado demostrado a lo largo de sus cuatro años de gobierno, sin embargo, como una ola pandémica de “contratitis”, cierra su mandato .
La realidad de un país donde el mandatario se despide con la firma de una serie de contratos billonarios, como el de los medicamentos a una prestante familia barranquillera y dos empresas más. Igualmente un contrato de $4,5 mil millones de pesos que le fue adjudicado a la Unión Temporal Por el Deporte que está compuesta por 4E SAS, gerenciada por Rodrigo Alberto Palacio Uribe; y por Du Brands, en cabeza de Pedro Javier Sarmiento Charry o la compra de aviones entre otros, comprometiendo recursos futuros que sin ninguna muestra de austeridad, como quemando sus últimos cartuchos de poder antes del 7 de agosto, se despide con verdaderas dudas acerca de su gestión gubernamental.
Algunas de las empresa con la cuales contrató el gobierno Duque, son investigadas en el país y en el exterior. tal es el caso de Sacyr, una “prestigiosa” constructora que en el 2021 logró un récord de contratación en Colombia, además, cerró el primer año de su Plan Estratégico 2021- 2025 con un incremento del EBITDA del 28%, hasta los 923 millones de euros que proceden de proyectos concesionales con bajo riesgo de demanda.
Sacyr fue cuestionada en el país por el incumplimiento en la construcción de la troncal del Magdalena Medio bajo el consorcio de Commsa, problemas con la ampliación del Canal de Panamá y retrasos en la Concesión vial Montes de María, son algunos de los fantasmas que aún siguen perturbando la imagen reputacional de la empresa. Lo anterior, sin mencionar la desastrosa obra del puente Hisgaura o bien llamado “El puente acordeón”.
Ahora también se conoció la adjudicación del contrato del Canal del Dique a Sacyr, bajo la módica suma de $3,2 billones.
No parando allí su afán en adjudicación de contratos a pocos días de dejar el trono estatal, Duqe otorgó otro billonario contrato a tres empresas por el termino de tres años, donde amarró a los únicos proveedores de fármacos para estas instituciones, como si no existieran más empresas que pudieran licitar y brindar igual o mejor servicio de suministros.
Pues bien, Iván Duque y su talante contrista desmedido en sus últimos días no paró, pero más allá de que sea presidente hasta el 7 de agosto y su poder dentro del marco legal le permita contratar, resulta irresponsable la desfachatez de comprometer los recursos futuros, que con sorpresa no encontrará el entrante gobierno de Gustavo Petro, pues la compra de medicamentos para hospitales públicos, Policía y Ejército entre otros así los deja.
Otra de las maravillas del presidente saliente Iván Duque Márquez es el desconocer tanto tratados como normas y leyes. Esto, en lo concerniente a la suspensión, con pleno conocimiento de que esto era inconstitucional entorno a la disposición de la Ley de Garantías, donde se prohíbe la firma de contratos interadministrativos dos meses antes de las elecciones, lo hizo.
Al respecto, cabe recordar que idéntica situación sucedió al momento defender de manera airada al saliente comandante del Ejército, cuya participación en política fue evidente en varios de sus discursos públicos con las alusiones retadoras y amenazadoras, previendo el triunfo del Pacto Histórico con su candidato Gustavo Petro Urrego.
Como quien dice; “Duque… te la llevaste todaaaaa$$$$$$$$$$$”
