Comunidad del norte de la ciudad se oponen a destrucción de patrimonio arquitectónico que representan dos casas

Llega la denuncia que hace los vecinos de un amplio sector del norte de Barranquilla, quienes a través de su apoderado, están denunciando el atropello que se quiere cometer con nuestro patrimonio arquitectónico cultural de la ciudad, al querer destruir dos viviendas ancestrales.

Ellos son los moradores del sector que conforma la carrera 52 entre calles 76 y 84, quienes de manera unisono se oponen a la destrucción del patrimonio arquitectónico cultural de la ciudad de Barranquilla. Esto, a partir de que la Secretaria de Cultura, la Cursduria Urbana No. 1, en una presunta complicidad con el Ministerio de Cultura, vienen dando su visto bueno para que negocios de comida entre otros, primen hoy sobre las viviendas ancestrales que ocupan el sector.

Lo anterior trae como trasfondo que con el aval de estos entes se da cabida a que se derriben dos casas políticas en la carrera 52 No. 79- 238 y 262, lo que alterará por si solo el buen inmueble protegido y por listado de enfrente, en la carrera 52 No. 79-249, que serán otros sitios de rumba, que traerá consigo mugre, caos vehicular y urbano, aplicando de manera amañada por así decirlo el POT, expidiendo actos administrativos cuestionables jurídica y éticamente.

Según los denunciantes, sobre el lote de las dos casas que pretenden derribar se proponen construir un centro gastronómico y enfrente, en la casa que es patrimonio, el dueño de un restaurante vecino de la misma carrera, acondicionará otro más de la misma línea de comidas y licor.

Por su parte, el abogado comenta:

Me han otorgado PODER ESPECIAL, los vecinos de la carrera 52 desde los de la misma Cuadra, hasta los que vienen de la carrera 52 con calles 76 a 84, por haberse quebrantado el derecho de los que con antigüedad decidieron vivir en un ambiente de solaz y tranquilo, para ahora, por una aplicación desigual del POT, que decidió convertir el USO MIXTO en una balanza incriminada por lo COMERCIAL que conllevará al DISTRITO DE BARRANQUILLA al CURADOR y a la NACIÓN- MINISTERIO DE LA CULTURA, por el DAÑO PATRIMONIAL, que convirtió ese sector protegido como patrimonio cultural Histórico de la Arquitectura de Barranquilla, en un mercado público INVIVIBLE e INTRANSITABLE, en el cual prima el CAOS VEHICULAR, el ESCÁNDALO, el MUGRE y los animales roedores, moscas y mosquitos, cucarachas, alcantarillados taponados, motos de empresas de mensajería, delincuencia, vendedores ambulantes, micro tráfico de drogas, amanecederos, comercio de prostitución, entre otras lacras que acabaron con La Paz y tranquilidad de quienes un día invirtieron sus ahorros en lo que pensaron sería zona de integración familiar“.

Así las cosas, los barranquilleros terminaremos pagando por este abuso de la entidad territorial y la Curaduría por el gran daño y perdida de nuestro patrimonio cultural de la ciudad.