¿Quién nos salvará de la gente básica?

Por Ulises Redondo Cienfuegos

En Colombia vive mucha gente básica, afortunadamente ya no son mayoría.

Se quedaron en la básica primaria o en la básica secundaria, no por culpa de ellos. Tienen sueldos básicos, o salario mínimo que es básicamente lo mismo.

Creen básicamente en milagros, se aferran básicamente a la suerte, algunos confían básicamente en la hechicería, brujería, el tarot, los signos zodiacales y los juegos de azar.

Ingieren alimentos mínimos en proteínas y máximos en carbohidratos. Se alimentan básicamente con comida chatarra.

Ven básicamente programas de televisión como: noticieros, realitys (Desafío, Master Chef, Factor X); telenovelas, unas a históricas de amores imposibles y prohibidos, otras haciéndole apología al narcotráfico; deportes, u otros realitys o telerrealidad o reality show (Caso Cerrado), películas made in U.S.A. de héroes blancos y gringos. Básicamente, esa gente básica es consumidora compulsiva de mentiras básicas.

Se aferran básicamente al presente incierto como tabla de salvación y básicamente no quieren saber del futuro, excepto pedirle a Dios en las noches que les dé básicamente la oportunidad de amanecer con vida.

Son básicamente fanáticos de la religión y el fútbol. Básicamente le entregan diezmos a los pastores pensando que Dios se los devolverá multiplicados, cuando en realidad, básicamente, enriquecen al pastor a costa de su propia pobreza. Básicamente le reclaman a los jugadores de fútbol y a directores técnicos de los clubes de fútbol de “sus amores” más que a los gobernantes culpables de injusticias y miserias de las que ellos mismos son básicamente víctimas.

Son básicamente chismosos. No estudian, no investigan para adquirir conocimientos, pero asombrosamente saben básicamente sobre la vida de todos sus vecinos. “Sabios chismosos”. Son básicamente envidiosos, se conforman con lo que tienen pero odian que otros se superen y salgan de lo básico.

Son básicamente indisciplinados, aman el desorden, el caos, la bulla. Son básicamente fiesteros, parranderos. Han adquirido, básicamente, conocimientos profundos en todas las disciplinas científicas a través, básicamente, de los “memes” que circulan básicamente en redes sociales.

Son básicamente elementales, superficiales, primitivos, primates. Para ellos 100 mil pesos es una fortuna, igual que un gajo de guineo lo es, básicamente, para un primate.

Son básicamente emocionales, sienten básicamente, pero, básicamente, no piensan. Su mundo es básicamente aburrido, hostil, triste, lúgubre, solitario, elemental, primitivo, primate, pero ellos se sienten “felices” y “seguros” en su base. Son básicamente básicos.

Son básicamente un peligro para ellos mismos. ¿Quién los salvara a ellos? ¿Quién nos salvara de ellos?