COVID-19 deja 5,4 millones de adultos estadounidenses sin seguridad social

Se trata de un 39% más que el récord anterior de adultos sin seguridad social registrado durante la Gran Recesión de 2008 y 2009, cuando 3,9 millones de estadounidenses perdieron su cobertura social.

Aproximadamente 5,4 millones de estadounidenses perdieron su seguridad social debido a los despidos durante los primeros cuatro meses de la pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19), según un informe de Families USA, una organización estadounidense sin fines de lucro y no partidista que aboga por los derechos de salud del consumidor.

De acuerdo con el informe, se trata del mayor aumento anual registrado hasta la fecha de adultos sin seguridad social en Estados Unidos.

El incremento significa un 39% mayor que el récord anterior de adultos sin seguridad social registrado durante la Gran Recesión de 2008 y 2009, cuando 3,9 millones de estadounidenses perdieron su seguridad social.

La mayoría de los estadounidenses obtiene su seguridad social a través de sus empleadores. Sin embargo, muchas empresas se vieron obligadas a cerrar durante el periodo de confinamiento de la pandemia, hecho que resultó en el despido de millones de empleados y, como consecuencia, en la pérdida de su cobertura social.

Si bien muchos de los estados comenzaron el proceso de reapertura de sus economías el pasado mayo, algunos de los que primero reabrieron sus economías se han visto forzados a dar marcha atrás a medida que los casos de COVID-19 volvieron a dispararse.

Casi la mitad de los que perdieron la seguridad social hasta mayo están repartidos entre cinco de los 50 estados de Estados Unidos: California, Florida, Nueva York, Carolina del Norte y Texas, según el informe.

Mientras que en ocho estados, uno de cada cinco o más adultos carece en estos momentos de seguridad social, incluidos el 30% en Texas y uno de cada cuatro en Florida.

Families USA pidió a los legisladores federales que incluyan iniciativas, en el marco de una nueva legislación cuyo propósito sea aliviar los efectos de la pandemia, dirigidas a restaurar la seguridad social a las personas que lo perdieron.

La legislación anterior, que contó con miles de millones de dólares, se centró en gran medida en evaluar las dificultades económicas directas causadas por la pandemia.

La organización calificó la pandemia de la COVID-19 y la crisis económica surgida a raíz de esta como “la peor crisis de salud pública del país en más de un siglo y la recesión económica más aguda y profunda desde la Segunda Guerra Mundial”.

Con más de 3,5 millones de casos de COVID-19 y más de 138.000 defunciones, Estados Unidos sigue siendo el país del mundo más afectado por la pandemia, según datos recopilados por Worldometer, considerado uno de los mejores sitios web de referencia para seguir las estadísticas de la pandemia.

Del total de infectados, 1,5 millones se han recuperado mientras que 1,8 casos permanecen activos.

El creciente aumento en el número de casos obligó a varios estados del país a detener sus reaperturas económicas e imponer restricciones para frenar la propagación del virus.