No ha cumplido un mes de haber sido puesto en funcionamiento la cárcel transitoria del barrio Las Estrellas al suroccidente de Barranquilla, cuando ya se han volado varios presos.
La madrugada de este miércoles 20 de abril fueron 8 los internos que se fugaron de la mencionada cárcel, incluso, algunos de ellos comenzaron a deambular por el barrios e ingresaron a conjuntos residenciales como Villas de Las Colinas.
Según el testimonio que entregan los vecinos del establecimiento, hacia las 5:00 de la mañana escucharon fuertes golpes procedentes de la cárcel. Explican que eran como golpes a la lata y que, al asomarse a la ventana, vieron a varios hombres salir por el techo.
La fuga se dio cuando los internos comenzaron a violentar las jaulas, llegaron al techo de la edificación, rompieron algunas láminas y se fugaron por allí sin que ninguna de la seguridad prometida por el alcalde Jaime Pumarejo, se percatara de lo ocurrido.
Se conoció que en las últimas horas fueron recapturados 3 de los 8 internos fugados y se ha mantenido bajo el hermetismo para que no se filtre la información en los medios, sin embargo, Pasa La Voz allí estuvo, aunque con nula información de la entidad carcelaria, logró recopilar testimonio de los habitantes, quienes se muestra altamente preocupados por la situación que pone en jaque la seguridad e integridad de la comunidad que allí reside.
Un informe de la Personería indica que tal centro de reclusión , no cumple con los estándares para el funcionamiento como centro de reclusión ni transitorio ni fijo y eventual o como el alcalde Jaime Pumarejo le quiera llamar.
Así las cosas, queda evidenciado que ni las promesas hechas por el alcalde Jaime Pumarejo ni la custodia del Inpec o Policía Nacional en la cárcel transitoria dispuesta en un barrio netamente residencial, brinda seguridad mínima ni para mantener privados de la libertad a los internos como tampoco garantizar la seguridad de los habitantes del barrio Las Estrellas, por lo cual se hace necesario y urgente el traslado no de los internos, sino de tal centro de reclusión a otro sector acorde al POT y no dañar el sano ambiente y tranquilidad de un sector.
“Más o menos hacia las 5:00 de la mañana se escuchó un fuerte estropicio. La gente se dio cuenta que estaban rompiendo. No sé si los guardias no se dieron cuenta, pero el sonido era fuerte. Los vecinos, cuando salen, notan que salieron unas personas corriendo”, cuenta el docente Antonio Aurela, rector del colegio que queda al frente del centro de detención.
Fotos del momento en que se fugaban algunos de los internos
