Por Guillermo Nieto Molina
Al llegar no hubo necesidad de esforzarse desde la distancia se notó su energía, su empuje, su dinamismo. Saltaba de un lugar a otro como frágil mariposa.
Su figura angelical se reflejaba en el auditorio; era un ángel sin alas, polinizando con su amor aquí, allá, acá. Anfitriona del extenso jardín Cultural justo diagonal a la plaza principal de La Peña, a la espera de los poetas escritores, narradores orales, emprendedores, artistas plásticos nacionales e internacionales a compartir sus creaciones, por un nuevo desarrollo literario,invitados por la Fundación Fiesta del Pensamiento XVI dirigida por Numas Armando Gil Olivera, Freddy Chamorro y un equipo especial de colaboradores. Su nombre es fácil de aprender y difícil de olvidar. Se llama Delfina Pérez,es la regente de una variada biblioteca pública, la cual ha creado con su propio esfuerzo y la ayuda de donantes de libros de variados autores.
En el patio de su casa está ubicado un Kiosko techado de palma amarga y baldosas de cerámica, lo que permite un clima acogedor para disfrutar de los diferentes eventos culturales. Además de la biblioteca, en el mismo salón donde se ubican los libros, existen tótem de variados estilos rescatados de las montañas vecinas, los cuales hacen del lugar un espacio de estudio, investigación y exposición único.
Un museo que se sostiene de la esperanza y la fe por mostrar las castas indígenas que poblaron esta región montañosa.
Doña Delfina Pérez, estudió escasamente la primaria, en su época de estudiante, eran muy difíciles las escuelas en las región de Ovejas Sucre, por lo tanto le tocó abandonar sus estudios.
A fuerza de coraje esperanza, perseverancia ha construido un centro de aprendizaje de carácter altruista y de espíritu intensamente solidario.
A diario se ven grupos de niños y adultos leyendo y compartiendo conceptos, liderados por Delfina Pérez donde funge como maestra y coordinadora de conversatorios.
Que bello es encontrar, estás perlas finas de nuestra cultura Caribe. Sosteniendo un lugar en perfecto estado a fuerzas de sacrificios y deseos por un mundo mejor.
Ayer conversando de su maravillosa labor, con El Poeta y docente, Roberto Rafael Pérez, surge la idea, como agradecimiento a esta mujer sucreña, lograr con cualquier colegio de la región monte mariano o del Municipio de Ovejas Sucre; otorgarle el título de Bachiller Honoris causa, como mérito a la infinita labor Cultural que realiza para su entorno.
Cómo gestor cultural sugiero, homenajear a esta matriarca del Corregimiento de la población de La Peña.
¿Ustedes qué opinan? ¿Me ayudan? Vamos a permitirle vivir esa felicidad a doña Delfina Pérez.
De mi parte, comparto con mis lectores dos décimas de improviso las cuales le canté desde lo más profundo del Alma, el día que visitamos su Castillo de aprendizaje.
En La fiesta del pensamiento
tengan listas sus libretas
ya llegaron los poetas,
a mostrarnos su talento.
La lluvia en el firmamento
gota a gota nos enseña
y de esa gota pequeña
nace un río de folclor
y crece con el amor
en el pueblo de La Peña.
¡Oye Delfina Pérez!
De la casa es la dueña
es una perla muy fina
es una mujer divina
y la quieren en la peña.
En educar se empeña
su pelo viste de canas
despierta en las mañanas
a trabajar la cultura
y lo hace sin premura
Porque le sobran las ganas
Guillermo Luis Nieto Molina
Escritor,Poeta,Gestor cultural
