El día sábado 26 de marzo, el joven Néstor Rafael Ariza Vargas de 19 años, falleció al caer del ferry de Salamina, Magdalena por las faltas de seguridad.
Los hechos ocurrieron antes de que el ferry cruzará el río Magdalena, el joven, procedente de soledad iba con su hermano Leonardo Ariza, este último se alejó un momento para realizar una necesidad y cuando regresa, ve el casco caer del piso del Planchón al río.
“Cuando el ferry arranca, el se tambalea y cae al río en su desesperación por salir del agua, el joven intenta agarrarse de algo, pero tropieza la moto y el casco cae” indica un familiar que iba en el jonson pero que en ese momento no se percató que era su primo.
Testigos indican que los tripulantes de un jonson ven cuando alguien cae al río, y se contactan con la gente del ferry por medio de llamadas telefónicas, pero estos hicieron caso omiso y siguieron su rumbo.
El joven no contaba con un chaleco salvavidas, el ferry no cuenta con un ciso, no habían guías, tampoco ningún tipo de seguridad, ni para los vehículos teniendo en cuenta que aquí se transportan camiones de carga, además se tiene en cuenta que las motos, las colocaban a la orilla del ferry.
Además de todo lo anterior, en estos momentos sus familiares, amigos y vecinos no han podido darle santa sepultura por un mal procedimiento por parte del CTI y la policía al momento del levantamiento del cadáver.
Su cuerpo está en estado de descomposición, sus familiares en la URI de Barranquilla lo identificaron por medio de su cédula, pues él llevaba consigo sus documentos personales, también por su vestimenta. Sin embargo, su cuerpo fue transferido a la URI de baranoa, y allá dicen que solo pueden reconocerlo por medio de prueba de ADN, y debemos recordar que esto tarde varios días.
Su familia pide agilizar procedimientos para poder velarlo y darle cristiana sepultura.
