En 2022, Promigas espera invertir $100 mil
millones en energías más limpias y eficientes

La compañía Promigas anunció que en 2022 espera invertir $100 mil millones de pesos en energías más limpias y eficientes para avanzar en la ruta hacia la descarbonización de sus negocios, con gases verdes, como el hidrógeno, al igual que con energía solar fotovoltaica.

De hecho, el pasado viernes 18 de marzo, siguiendo este camino hacia la transición energética gradual y responsable, inauguró su proyecto piloto de Hidrógeno Verde, el primero de este tipo en Colombia y América Latina. Con este proyecto, la compañía producirá e inyectará esta fuente verde, para muchos “la energía del futuro”, en su red de distribución de gas natural, reduciendo la huella ambiental de su operación al evitar emisiones de 6 toneladas de CO2 anuales apenas en la primera etapa.

Como parte de su objetivo de contribuir a una transición energética gradual y responsable, Promigas, a través de la innovación como vehículo, abrió nuevos sistemas de autogeneración y cogeneración de energía y se inauguraron varios parques solares, finalizando el 2021 con 11.4 MWh operando y 6.10 MWp en construcción. Así mismo fomentó el transporte de carga con la entrada en operación de más de 100 tractocamiones dedicados a GNV, siendo la flota más grande de vehículos funcionando 100% a gas en Colombia y América Latina, evitando 3.607 toneladas de emisiones de CO2.

Además, la transportadora de gas consolidó varias iniciativas para la protección de la naturaleza en las áreas de influencia de sus proyectos. Con una inversión de $12.000 millones, la Compañía conservó y restauró 185 hectáreas del Bosque Seco Tropical en Bolívar, publicó más de 117.000 datos de diversidad y fauna y se unió al Programa Nacional de Carbono Neutralidad del Ministerio de Ambiente para fortalecer y visibilizar su gestión de emisiones de gases de efecto invernadero.

Al dar a conocer su informe de gestión, en donde publicó los logros en su estrategia de sostenibilidad y presentó los desafíos que guiarán su camino para avanzar hacia la descarbonización propuesta en su estrategia 2030, la compañía indicó que 2021 fue un año lleno de retos y buenas noticias en relación con sus apuestas medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).

Con una utilidad neta de 1.15 billones, superó exitosamente un año complejo para el sector energético por los rezagos de la pandemia y se adaptó a las necesidades cambiantes de los mercados, de sus clientes, de sus colaboradores y de las comunidades donde opera en Colombia y Perú, siempre con la innovación y la transformación como bandera.

“Para este año queremos seguir a la vanguardia en la transición energética en América Latina, apalancados en la innovación de nuestros colaboradores que nos permiten renovar productos, operaciones y servicios año tras año. Los logros del 2021 nos obligan a pensar en grande, y con el nuevo plan de inversiones aprobado para 2022, por casi un billón de pesos, queremos consolidar nuestras políticas de sostenibilidad actuales e incursionar en nuevas iniciativas de transición que lleven a Promigas al siguiente nivel” concluyó Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas.

Desarrollo social y económico

En 2021, Promigas destinó más de $37.000 millones en gestión social para fortalecer el desarrollo en los territorios y retribuir a las más de 200.000 personas beneficiadas directa e indirectamente en las comunidades de influencia.

La empresa quiere llevar energía a todos los rincones del país para contribuir al desarrollo económico y social. Por ello, en 2021 continuó en su esfuerzo por garantizar la gasificación de las comunidades más vulnerables de Colombia y Perú al superar 5,4 millones de usuarios, entre ellos 3.684 nuevos beneficiarios del servicio de gas domiciliario con el inicio temprano de operaciones en la concesión de la Región de Piura, en el Norte del Perú.

Además, en Colombia facilitó el acceso a servicios públicos y a infraestructura comunitaria (escuelas, canchas, vías, acueductos, entre otras) para mejorar la calidad de vida de las comunidades, siempre trabajando de la mano para que desarrollen capacidades y sean ellas quienes decidan cómo construir su propio futuro. Por ello, en 2022, gran parte de su inversión en desarrollo se seguirá destinando a proyectos de educación para el trabajo, productividad, empleabilidad y desarrollo de habilidades.